Norma Gerónimo fue asesinada por su hermano en la capital provincial.
Miércoles 18 de septiembre de 2019 21:49
Este mediodía, un nuevo femicidio estremeció a la sociedad cordobesa. Nahuel Gerónimo, de 18 años, mató a su hermana Norma, en la vivienda que compartían en barrio Colinas de Vélez Sársfield. El hecho fue descubierto por otra hermana que vivía con ellos al regresar de su trabajo como enfermera.
Los tres hermanos son oriundos de Jujuy. Norma era contadora y vivía en Córdoba con su hermana desde hace varios años. Nahuel había regresado de su provincia natal hace unos días para estudiar aquí.
De acuerdo con un informe realizado por el Observatorio de Violencias de Género, hasta el 31 de agosto hubo 223 femicidios en todo el país y 18 sucedieron en Córdoba. El organismo informó además que el 84 % de los agresores pertenecían al círculo íntimo de las víctimas o las conocían, y que la mayoría de las mujeres asesinadas tenían entre 21 y 40 años. El 37 % de las víctimas había hecho al menos una denuncia por violencia machista y el 23 % había conseguido que la Justicia dictara medidas de restricción contra los denunciados.
Cinco años sin Paola…
Ayer se cumplieron 5 años del femicidio de Paola Acosta, que marcó un antes y un después en la lucha de las mujeres por sus derechos en Córdoba. Ese miércoles, la mujer salió de su departamento junto a su hijita Martina a recibir la cuota alimentaria que, por primera vez, le iba a llevar Gonzalo Lizarralde, el padre de la pequeña. Una vez dentro de la camioneta, el hombre mató a Paola e hirió a Martina. Luego las arrojó a una alcantarilla, donde fueron halladas tres días después por un hombre que escuchó el llanto de la beba.
En octubre de 2015, Lizarralde fue condenado a cadena perpetua por el femicidio de Paola y el intento de asesinato de su hija.
…y un año sin Delia
Este miércoles también se cumple otro aniversario doloroso. Hace un año que Delia Gerónimo Polijo, de 14 años, desapareció en el paraje La Paz, en Traslasierra. La niña fue vista por última vez cuando volvía de la escuela a su casa y hasta el momento no se ha avanzado en descubrir qué fue de ella.
Además de Delia, otras dos mujeres están desaparecidas en Traslasierra. Silvia Gallardo vivía en Yacanto y no se sabe nada de ella desde el 12 de febrero de 2014. Diez días antes habían desaparecido Marisol Reartes, de 18 años, y su hija Luz Oliva, de 2 años en Las Rosas. En diciembre del año pasado, la Policía Judicial identificó parte de los restos de Marisol, pero la niña aún se encuentra desaparecida.
No podemos esperar más
Cada mujer asesinada, cada mujer desaparecida por las redes de trata, cada mujer que muere producto de un aborto clandestino, no es un caso aislado. Son las expresiones más extremas de una violencia machista que se vive en todos los ámbitos y que es perpetuada por todas las instituciones estatales.
En Córdoba, como han denunciado en numerosas oportunidades las organizaciones de mujeres, esta violencia institucional se ve claramente en los miserables subsidios que se otorgan en el Polo de la Mujer para quienes han sufrido violencia machista. Se expresa en que las mismas trabajadoras de esa área siguen trabajando de manera precarizada, como monotributistas o contratadas.
Los datos citados anteriormente demuestran que no basta con que una mujer haya realizado la denuncia por violencia de género o una restricción. Es fundamental la creación de refugios y el otorgamiento de subsidios o créditos a tasa cero para que pueda acceder a una vivienda, al igual que la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral y el aborto legal, seguro y gratuito. Pero todas estas medidas deben implementarse con el presupuesto acorde, algo que no se podría efectivizar bajo el comando del FMI. Es necesario pelear por todas estas demandas, porque las vidas de las mujeres no pueden esperar más.
