El lunes 20 de octubre en el Hospital Neuropsiquiátrico de Córdoba se realizó una asamblea para discutir los pasos a seguir frente a los dichos del periodista Tomás Méndez y el informe que realizó en su programa ADN.
Miércoles 22 de octubre de 2014
El pasado miércoles 14 en dicho programa se presentó un informe en el cual se denunciaban las condiciones del Hospital Neuropsiquiátrico de Córdoba tomando por testimonio una cámara oculta realizada a una médica de la institución, a su vez delegada de ATE.
Esto generó un extendido repudio por parte de los trabajadores del hospital y de otros sectores de la salud puesto que estos métodos, que no son nuevos en este programa, solo terminan por desprestigiar a los trabajadores en lugar de propiciar una investigación seria de algo tan importante como las condiciones de los hospitales de Córdoba. Para quienes trabajamos en salud, las condiciones en que ésta se encuentra nos son harto conocidas ya que son parte de la cotidianeidad con la que todos los días debemos lidiar. Somos los primeros en denunciar, porque los trabajadores somos los únicos verdaderamente interesados, junto a los miles de usuarios, en mejorar el sistema sanitario público, que gracias a la constante desidia de todos y cada uno de los gobiernos de turno, nacional, provincial y municipal, en complicidad con las grandes “empresas de la salud” se han dedicado al vaciamiento sistemático y al desmantelamiento dejando a los hospitales en estado “agudo” y a esta altura con padecimientos que ya son “crónicos” como la falta de insumos, de personal, con salarios de miseria e instituciones que se caen a pedazos.
Así, lejos de señalar a los verdaderos responsables políticos de esta situación, este programa se dedica a acusar a los que sostenemos con nuestro esfuerzo y a costa de nuestra salud a los hospitales públicos. Al señor Tomás Méndez periodista y conductor del programa que nos sugirió “…recordar la próxima vez que hagamos paro a los pacientes…”, le decimos que –justamente– cada vez que hacemos paro los recordamos. Porque nuestras medidas de fuerza son para reclamar por mejores condiciones de trabajo, y mejores condiciones de trabajo implican mejores condiciones para atender a los miles de pacientes, en su mayoría trabajadores y pobres.
