A 11 años de la sanción de la Ley nacional de Salud Mental, este miércoles 22 se realizó un panel organizado por la fundación de derechos humanos ACIJ. Hugo Cohen, colaborador del equipo regional de salud mental en desastres de la OMS/OPS fue el moderador y participaron Julieta Calmels (FDT), Subsec. de salud mental en Bs. As., María Pía Guidetti (FDT), Sec. de salud mental de Córdoba, Luciano Grasso (UCR), exdirector nac. de Salud Mental bajo el macrismo, Elizabeth Liberal (PS), Directora de Salud Mental de Mendoza y Melina Michniuk (PTS/FIT), residente de psicología del Htal. Elizalde en CABA.
Miércoles 22 de septiembre de 2021 16:47
Melina Michniuk debatió en conversatorio hacia una salud mental basada en la comunidad - YouTube
Este miércoles 22 de septiembre se realizó por el canal de ACIJ un encuentro debate para discutir cuáles fueron los principales obstáculos en estos 11 años desde su sanción para la real implementación de la Ley Nacional de Salud mental, y cuáles son las acciones que deberían impulsarse en post de este objetivo. ¿Hay consensos posibles para ello?
El mismo fue moderado por Hugo Cohen, médico psiquiatra, ex-asesor subregional en salud mental para Sudamérica de la OPS/OMS y actual colaborador del equipo regional de salud mental en desastres. Participaron como oradores Julieta Calmels (FDT), subsecretaria de salud mental en buenos aires, María Pía Guidetti (FDT), secretaria de salud mental de Córdoba, Luciano Grasso (UCR), ex director nacional de salud mental bajo el macrismo, Elizabeth Liberal (PS), Directora de Salud mental de Mendoza y Melina Michniuk (PTS/FITU), residente de psicología del Htal. Elizalde en CABA.
Entre actuales y pasados funcionarios públicos, resaltó la voz de Melina como única trabajadora del sector allí presente con su punto de vista sobre los reales obstáculos en la sanción de la ley. Resultaba llamativo que mientras los demás oradores se vanagloriaban de su propia gestión o depositaban la culpa en otros por “la falta de decisión política” como si no fueran parte del gobierno de sus respectivas localidades; la residente destacaba que “Si tenemos que pensar los obstáculos para la implementación de la ley creo que podemos resumirlos principalmente en dos: las íntimas relaciones que el poder político de turno y el Estado capitalista de conjunto mantiene con laboratorios y farmacéuticas; y el bajo presupuesto históricamente destinado a la salud y salud mental; que se emplea sobre todo a los sectores privados, manicomios y se sigue recortando en pos de pagos de deuda y los compromisos con el FMI”.
En este sentido, frente a las medidas necesarias a implementar, todos los oradores destacaron la necesidad de garantizar mayor presupuesto, ocultando que todos los diputados y senadores de sus respectivos partidos políticos votaron un presupuesto de ajuste en materia de salud. Solo Melina planteó específicamente que: “hay invertir las prioridades, desconociendo de forma soberana el pago de la deuda con el FMI y de otros organismos acreedores, a fin de que esos recursos sean destinados en salud, vivienda, trabajo, educación, etc. y no para ese “tóxico” préstamo, al decir del presidente, para el que continúan, sin embargo, desembolsando valiosos recursos como los 1.900 millones de dólares que pagarán hoy y podrían destinarse a 4 millones de IFE de $50.000 o la construcción de 53.019 viviendas tan necesarias para resolver el profundo déficit habitacional de nuestro país hoy, causa que impide en muchos casos el fin de la internación”.
Julieta Calmels mencionó el debate abierto con el cantante de Tan Biónica, Chano, a raíz del cual volvieron a resurgir frente a las problemáticas de salud mental respuestas represivas, de control o coercitivas. Lo que no mencionó, es que esta derechización del debate no es sólo responsabilidad de Patricia Bulrrich, sino también de miembros de su propio espacio político, como el ministro de Seguridad de PBA, Sergio Berni o el candidato a diputado nacional porteño, L. Santoro, que se mostraron a favor del uso de las pistolas Taser, mundialmente denunciadas por su peligrosidad. Mostrando lo difícil que es avanzar en demandas progresivas de la población cuando se trae a los sectores que se oponen a ellas al interior de los propios espacios político, algo que destacaban no sucede en el Frente de Izquierda.
También se habló sobre la importancia de reformular el sistema de salud; donde el debate es si se continuará sosteniendo el rol del Estado como garante de los intereses y ganancias de quienes hacen de la salud un negocio; o si se avanzará en una real unificación para garantizar el acceso de todos, tal como propone el Frente de Izquierda.
Para finalizar, Melina decía, “Parafraseando a Basaglia, no sabemos si el fin del capitalismo terminará con todo padecimiento mental, pero sabemos que, sin acabar con la miseria del mundo, no habrá salud mental posible y para ello debemos cuestionar de raíz el sistema social en que vivimos”. Y agregaba: “No es sólo cuestión de más y mejores leyes, porque sabemos que a la primera de cambio que abandonamos las calles y la organización, avanzan sobre los derechos que en ellas están escritos. El aborto legal es un claro ejemplo de ello. Por eso, con mis compañeros queremos recuperar la mirada anticapitalista de la “desmanicomialización”, que surgió al calor de grandes procesos de “la lucha de clases” como el Otoño caliente en Italia o el Cordobazo en Argentina, que permitió que los trabajadores de la salud, junto con usuarios y estudiantes y el conjunto de la comunidad y la clase trabajadora, cuestionaran el encierro en los manicomios como mecanismo de control del “loco y pobre”, pero también, las bases profundas de un sistema que sólo ofrece cada vez más enfermedad y miseria “
Acá podés ver el debate completo del conversatorio: