Ya estamos a muy pocas horas de que empiece el Encuentro más masivo de la historia. Miles y miles de mujeres llegarán a nuestra ciudad. Son tan sólo una pequeña parte de las cientas de miles que dijeron #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos en las calles.
Viernes 7 de octubre de 2016 13:11
A poco de que comience esta importante experiencia, miramos para atrás y vemos que avanzamos mucho en nuestra historia y el recorrido de los Encuentros contra todos los que querían decidir por nosotras. Así como evitamos que la Iglesia, con el aval de una minoría de la Comisión Organizadora, cerrara los talleres por el derecho al aborto en Mar del Plata del 2001, logramos que las mujeres trans pudieran participar de esta experiencia única desde 2014. Así como le pusimos freno a los talleres de “Mujer y Fuerzas de Seguridad” porque no queremos debatir con las que nos reprimen en los barrios y en las calles, también pudimos hacer una histórica asamblea por fuera de la injerencia de la Iglesia en los talleres en aquel 2003 en Rosario, donde una de sus principales resoluciones fue el Proyecto de Ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo y donde también nació la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Este año recibiremos a las mujeres de todo el país con importantes novedades, porque a partir de la participación de las mujeres de Pan y Rosas en la Comisión Organizadora y la de muchas otras, logramos numerosos avances: pudimos impedir que la Iglesia y la policía integren la Comisión, que las empresas no se involucren en el financiamiento del Encuentro, que se convoque a la Jornada Nacional por la Libertad para Belén y que se abran los talleres “Mujeres y Trabajadoras Sexuales” y “Mujeres y Cannabis”.
Además, luego de muchísimos años, el recorrido de la marcha oficial incluirá a la Catedral, denunciando a Iglesia como una de las principales instituciones que nos oprimen. Se tratan de importantes pasos adelante que logramos junto a compañeras independientes y de otras organizaciones, como las mujeres de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Todos estos reclamos tuvieron como oposición a una minoría integrada especialmente por el PCR (Partido Comunista Revolucionario) que, año tras año con sus métodos burocráticos y sus “cordones de seguridad”, imponía sus posiciones al conjunto de las mujeres que participamos de los Encuentros bajo el discurso de un falso “consenso” que excluía a las mayorías.
Acuerdos y disidencias sobre el acto de apertura
Este año las mujeres harán muchísimos esfuerzos para llegar a nuestra ciudad. La realidad de las trabajadoras están atravesada por los más de 150 mil despidos que se suceden bajo el gobierno de Macri. Estarán las mujeres que hacen malabares para llegar a fin de mes, porque los precios son altísimos y los tarifazos a cargo de los gobernadores oficialistas, del FPV y el PS atacan sobre los sueldos que no alcanzan. Las importantes luchas que se enfrentaron a estos despidos como los estatales o los trabajadores de Cresta Roja, fueron recibidas con represión. En el Sur, las maestras que estuvieron a la cabeza por salario y contra los recortes, recibieron la misma respuesta por parte de Rosana Bertone y Alicia Kirchner. Las mujeres de Pan y Rosas planteamos en la Comisión Organizadora que es necesario denunciar la responsabilidad de los gobernadores, sean del signo que sean.
En Jujuy, ese gran experimento de “estado represor”, Gerardo Morales avanza sobre las libertades democráticas y llegó a meter presa a Milagro Sala en un proceso plagado de irregularidades. Myriam Bregman,diputada del PTS en el Frente de Izquierda denunció esta situación. Más allá de todas las diferencias que muchas mujeres tenemos con las prácticas políticas de Milagros Sala, planteamos en la Comisión Organizadora que es necesario repudiar su encarcelamiento porque es la punta del iceberg de un proyecto político: la criminalización de la protesta social.
Y ese esfuerzo que hacen para llegar hasta Rosario todas las mujeres, sabemos que lo hacen también porque la violencia machista deja un saldo de una muerta cada 28hs. Por todas ellas nos movilizamos de a cientos de miles en todo el país diciendo #NiUnaMenos y que los gobiernos son responsables. En la Comisión Organizadora planteamos que ni Cristina Kirchner, ni Mauricio Macri, ni nuestro gobernador Miguel Lifschitz hicieron nada frente al grito masivo en las calles de 2015 y 2016. Por el contrario, $4,50 por mujer es el pobre presupuesto que mantuvieron todos ellos para “erradicar” la violencia.
Muchas vendrán porque 3000 mujeres se murieron por abortos clandestinos en la década anterior y el proyecto de la ley por la “interrupción voluntaria del embarazo” ya se cajoneó 5 veces sin que se discutiera. Las mujeres de Pan y Rosas planteamos que frente a Macri hay que redoblar nuestras fuerzas y movilizaciones, porque ya anunció en persona que no nos permitiría nuestro derecho a decidir. Dijimos que por todas las mujeres muertas por abortos clandestinos no podemos olvidar que Cristina dijo lo mismo y no hizo nada al respecto. La “santa alianza” con el Vaticano y Francisco comenzó bajo el gobierno de Cristina, y continúa bajo el de Macri.
Todas estas denuncias que planteamos en la Comisión Organizadora y que hacen a las luchas de las mujeres contra el conjunto y cada uno los responsables políticos del ajuste, la represión y los agravios que vivimos día a día, no serán parte del documento de apertura.
Siendo integrantes de la Comisión Organizadora, emprendimos numerosas discusiones en sucesivas reuniones en torno al documento de inauguración de este XXXI ENM. Con mucho esfuerzo, logramos que se incluyan los reclamos de las mujeres de las fábricas recuperadas de la Toma (ex Tigre), Zanon y MadyGraf. Así también pudimos lograr que se denuncie la militarización de Rosario a manos del gobierno Nacional y Provincial de Santa Fe. Pese a esto, el documento omite las discusiones que enunciamos previamente.
Tenemos diferencias con el discurso inicial por lo que no seremos parte de su lectura. Consideramos necesario que se conozcan todas las voces que existen al interior de la Comisión Organizadora, al igual que lo haremos en los talleres, apostando a que cada vez sean más las que participen, tomando la lucha por nuestros derechos en nuestras propias manos, democráticamente y con independencia del Estado, la Iglesia, los empresarios y sus partidos.