Esta empresa del caucho sigue trabajando a pesar de no ser esencial. No cumplen el protocolo y prohíben el ingreso a los delegados.
Martes 18 de agosto de 2020 19:55
La fábrica Yaco de Morón se suma a la lista de empresas que aprovecha la cuarentena y la crisis económica para su propio beneficio. Pese a no ser un rubro esencial, Yaco fue auto declarada de “actividad esencial” para continuar con la producción de mangueras de autoparte durante la cuarentena. En ningún momento detuvieron la producción.
Esto fue facilitado por un sindicato ausente que está intervenido por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social desde el 5 de Mayo 2020. El mismo ministerio que deja, con la excusa de la cuarentena, correr los ataques de los empresarios. A esto se suma que la empresa no permite el ingreso de uno de los delegados, amenaza y juega con necesidad de percibir el salario de las familias trabajadoras.
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Aunque los empresarios recibieron el ATP del gobierno, durante los primeros meses de la cuarentena, hicieron trabajar a un grupo reducido de trabajadores, entre ellos del sector de riesgo de más de 60 años de edad. No les permitieron fichar el ingreso ni egreso para que no se corte el ATP y así seguir justificando los subsidios.
Un chantaje total. Recién el 3 de agosto volvieron a permitir el fichaje correspondiente.
Durante todo este tiempo, los salarios se pagaron con todo tipo de desprolijidades y descuentos de premios, como el de asistencia. Además, el premio de $3000 para los que siguieron trabajand,o fue pagado “en negro”.Lo que significa que no será computado en el aguinaldo, vacaciones, ni para la jubilación.
Ataque patronal contra la organización gremial
Al inicio de la cuarentena, la comisión interna de delegados junto a los trabajadores llevaron el reclamo de incumplimiento del protocolo sanitario por vía legal y la empresa tuvo que otorgar los elementos de protección que negaba hasta el momento exponiendo a los operarios. Luego respondió prohibiendo el ingreso de uno de los integrantes de la comisión interna, dejando en evidencia que además de que es un reclamo legitimo, hay una persecución directa. De esta manera se viola el derecho constitucional a la organización sindical.
Es evidente que para los dueños de Yaco, sostener y aumentar sus ganancias es a costillas de los trabajadores.
El sindicato del caucho (SOCAYA), representa a más de mil fábricas de todo el país y se encuentra intervenido por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad desde hace tres meses. Esto sucedió luego de que en las elecciones de comisión directiva, la lista que fue derrotada después de cuarenta años haya elevado una denuncia por irregularidades en el proceso electoral.
Desde el Ministerio de Trabajo nombraron un interventor provisorio y desde entonces los trabajadores de la industria del caucho siguen sin ninguna organización que los represente, mientras los empresarios aprovechan la situación que es profundizada por la pandemia. Con esta excusa no se habla de paritarias durante este año.
Hay algunas empresas que tal vez argumenten que no están trabajando, pero este no es el caso de Yaco que además de autodenominarse esencial, no ofrece ni un adelanto a cuenta de paritarias cuando se las está llevando en pala y ataca a los trabajadores.
Son miles los trabajadores del caucho en todo el país, que para regularizar la situación y pelear por condiciones laborales y salariales tienen que organizarse en asamblea de delegados con mandato de fábricas para elegir una comisión de compañeros que los represente ante la cámara empresaria en las paritarias. Es urgente que se lleven adelante elecciones libres, transparentes y democráticas de comisión directiva así como el pago del 100% de los salarios a todos los compañeros que no están trabajando o están por licencia por ser grupo de riesgo.
En todas las fábricas que están trabajando es necesario que se organicen asambleas para que se respeten condiciones de higiene y evitar más contagiados por COVID-19. No se puede dejar la vida en manos de las empresas que lucran con las vidas obreras. Para esto es necesario conformar comisiones de seguridad e higiene entre los propios trabajadores.