Editorial.Las ausencias en la conferencia de Fernández, Larreta y Kicillof
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Una agenda con importantes “olvidos” en el anuncio de las medidas para seguir el cronograma frente a la pandemia. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite los domingos de 21 a 23 h por Radio Con Vos, 89.9.
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En la conferencia de prensa que brindaron el viernes pasado el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hubo ausencias muy llamativas en el marco de que la crisis económica y sus consecuencias sociales que se agravan.
El primer hecho inocultable, salvo para quienes estaban en la conferencia, es el crecimiento acelerado de casos en las villas miseria. Más de la mitad de los nuevos positivos de coronavirus en la Capital en los últimos días se detectaron en estos barrios (la Villa 31 y la 1-11-14 son las más afectadas). La 31 sufrió, además del hacinamiento cotidiano, la falta de agua y detección tardía mediante el método de los testeos. Una vecina del barrio le contó al diario Tiempo Argentino que, así como sucedió con los jubilados y jubiladas aquel viernes del cobro de haberes en los bancos (pero con mucho menos prensa), como los camiones que traían agua no podían entrar, hubo largas filas. Ella se preguntaba cuántos vecinos se habrán contagiado durante esos días. La organización social La Poderosa explicó que tal como denunciaron que no habían asistido a tiempo, ni aislado en su momento a la primera mujer fallecida por coronavirus en la Villa 31, ahora querían dejar acreditada la desidia frente a la llegada del virus a la Villa Zavaleta, donde sólo la comunidad está velando por su propia seguridad. Hay 519 casos confirmados en las villas porteñas y configuran casi el 30 % de los infectados en toda la ciudad.
En la misma conferencia de prensa, pero respondiendo a otra pregunta, el presidente dijo que en la Villa 1.11.14, el 60 % de los testeos habían dado positivo, pero nadie se ocupó de profundizar en este dato más que preocupante.
Parece que no se quiere incomodar a Larreta, el nuevo aliado de la Casa Rosada y al flamante mal menor de la derecha y al que muchos tratan menos como fracción “progre” de Cambiemos que como ala derecha del Frente de Todos. Bueno, en el sistema de gobernanza de la Ciudad es muy difícil de distinguir un lado y el otro. Buenos Aires es territorio libre de grietas.
La cuestión es que la curva del coronavirus aplanada nacionalmente tuvo una explosión en las villas y ni Larreta, ni el Gobierno nacional parecieron muy preocupados por poner este dato en la primera plana de la agenda de su conferencia.
El segundo tema es la crisis laboral y el aumento exponencial de trabajadores y trabajadoras afectados por despidos, suspensiones y rebajas salariales, sobre todo desde el acuerdo firmado entre la CGT y la Unión Industrial Argentina que habilitó el descuento de hasta un 25 % del salario por suspensiones. Según cifras que me adelantó gente del Observatorio de Despidos durante la Pandemia de La Izquierda Diario, y que son parte del informe semanal que se actualizará mañana, la cantidad de afectados con problemas laborales ronda los dos millones y medios de personas (que sufren despidos, suspensiones o rebaja salarial), pero lo novedoso es el crecimiento relativo de los despidos dentro de ese universo. Comparado con el informe de la semana pasada, hubo un aumento en la proporción de despidos de casi un 900 %, con la Construcción como rubro más sobresaliente. Para que se entienda, no es que necesariamente son nuevos despidos, quizá ya habían tenido lugar, pero se produjeron durante la pandemia y tomaron conocimiento público en estos días. Justamente profesionales como los del Observatorio recaban información de múltiples fuentes para tratar de hacer un mapa preciso de la realidad laboral.
No hay que olvidar que el derecho a recibir la remuneración completa estaba en el decreto que ordenó el aislamiento obligatorio y la prohibición de los despidos en otro decreto emitido para ese fin. Sin embargo, el ministerio de Trabajo viene homologando acuerdos con descuentos, permitiendo estos despidos y hasta Alberto Fernández les dio una justificación en Pasaron Cosas, el programa de Alejandro Bercovich cuando avaló el acuerdo UIA-CGT porque en cuarentena, quienes están suspendidos, presuntamente, “gastan menos”.
Además de estos datos, hubo movilizaciones en la calle o reclamos en empresas: los repartidores que trabajan para diferentes aplicaciones se movilizaron en Buenos Aires para exigir mejores condiciones de trabajo y sanitarias en el marco de la pandemia, hubo protestas de Mondelez – Victoria, una alimenticia no esencial que trabajó durante toda la cuarentena y ahora quiere cerrar (presuntamente un mes) y rebajar salario y también hubo concentración en las calles de Córdoba protagonizada por los municipales contra un recorte salarial.
El tercer ausente fue el tan anunciado impuesto a los ricos, luego relativizado como aporte parcial y por única vez, y finalmente hoy parece que duerme el sueño de los justos en la disputa entre el Gobierno, la oposición y el lobby -hasta ahora muy efectivo- del famoso “círculo rojo” empresario y del establishment. No sólo por trabas o problemas con oposición, por ejemplo, Sergio Massa dice que él no lo apoya ni lo deja de apoyar, que no está a favor ni en contra, sino todo lo contrario. Esta “imparcialidad” ya se sabe a quién favorece. La realidad hoy es que el único proyecto presentado, desde hace ya un tiempo y con exigencia de tratamiento, es el del FIT. Alberto Fernández dice que “no le van a torcer el brazo”, pero en el tema despidos, suspensiones e impuestos a los ricos es muy difícil que le quiebren el brazo, simplemente porque no hay pulseada.
Ni el sufrimiento inaudito de los más pobres, ni el ataque a las condiciones laborales y salariales de los que trabajan ni el cuestionamiento a las ganancias de los ricos fueron parte de la agenda. Si en la comunicación, como en tantas otras esferas, muchas veces el tono está marcado por lo no dicho, por el silencio o por lo que se calla, en esta conferencia, gran parte de lo esencial fue invisible a los anuncios.