Con sabor a poco, se resolvió el acoso sexual que alumnos del Colegio Roque González realizaron a sus compañeras de estudio, se cambió el elenco directivo de la institución y otras medidas distractivas. Tanto el gobierno provincial, como la iglesia católica se niegan a la implementación de la ESI
Lunes 8 de noviembre de 2021 01:16
Miguel Sedoff ministro de educación de la Provincia, oficializó el cambio de autoridades del colegio Roque González, desde su cuenta de twitter escribió: “Informamos a la comunidad educativa que hoy (por el viernes) se ha producido un cambio de autoridades del Colegio Roque González, buscando llevar calma a las familias y sostener el normal desarrollo de las actividades escolares. Hemos escuchado y buscamos dar las mejores respuestas al respecto”
Mientras tanto en una entrevista al diario El territorio a Juan Rajimón, el renunciado rector, negó el apartamiento de su cargo. Ese cargo lo ocupará una profesora de la institución al igual que los otros cargos removidos: el de vice-rectora, jefa de preceptores y directora de estudios, todas serán mujeres.
El Juez Jiménez decidió rechazar el pedido de la fiscal Álvarez para que los adolescentes involucrados en el acoso sexual, culminen el ciclo lectivo online y solicitó la prohibición de acercamiento hacia las víctimas, también pidió que el colegio “no renueve la matrícula de dichos alumnos para el año 2022”.
Sin embargo desde la conducción del colegio decidieron que dichos alumnos culminen el ciclo lectivo 2021 de manera virtual en horario contra turno, con acompañamiento de los directivos.
El Juez de la causa se negó a investigar los hechos considerando que por la edad de los menores involucrados, éstos son inimputables y no pueden ser sometidos a un proceso penal, aunque aclaró que “tendrán tratamiento tutelar y socioeducativo”. Lo que llevó a un fuerte rechazo de las agredidas y un pedido de recusación del juez por parte de sus abogados fundamentado en que tiene una clara inclinación religiosa, lo cual podría interferir en su accionar objetivo atento a que el colegio es religioso también...”
Nuevas denuncias salieron a la luz sobre el exclusivo colegio católico Roque González, ya había tenido un antecedente de acoso a un niño de 7 años en abril de 2019 y su madre denunció que las autoridades del colegio minimizaron el caso, molestándose con ella porque acudió a la justicia, por lo que tuvo que cambiar al niño de colegio.
Todas estas medidas siguen negando un derecho fundamental para las niñas niños y adolescentes de la provincia y una de las demandas principales de la protesta que es el urgente pedido de la implementación de las Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas.
La norma, sancionada hace 15 años en el Congreso de la Nación aún genera rechazo en diversos sectores de la sociedad y la aplicación plena es resistida en muchas escuelas, pero ahora el pedido para acceder a sus contenidos vino de parte de los propios estudiantes, algo que antes no había sucedido.
En vez de dar curso a la implementación de la ESI, desde el ministerio de educación sostuvieron que se reglamentará una ley sobre acoso y en el próximo PEI (proyecto educativo institucional) se tratarán temas sobre educación sexual y el grooming para seguir congraciándose con las iglesias, los medios de comunicación y los sectores más conservadores de la sociedad.
Durante décadas esos sectores han realizado una verdadera campaña conservadora promoviendo en la sociedad misionera todo tipo de mentiras y operaciones de prensa sobre lo que significa la sexualidad.
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Lo primero que uno relaciona es con las relaciones sexuales y en realidad la sexualidad es una dimensión de cada ser humano que tiene que ver con cómo mostramos nuestro cuerpo, cómo construimos nuestras emociones, cómo nos diversificamos, cómo social y culturalmente nos organizan como hombre y mujer, no tiene que ver solo con las relaciones sexuales. La ESI es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes. La ley plantea la obligatoriedad tanto de los establecimientos públicos como privados y de los docentes a garantizar ese derecho. Eso es lo que todavía falta que se entienda, que es obligatorio, que es un derecho y que la escuela y los docentes son los encargados de plantear la ESI”.