Cuarentena. Alcalde de Vitacura denuncia públicamente a "zorrones" que hacen fiestas en cuarentena

Raúl Torrealba, alcalde de Vitacura, destacado por ser un adulador de los grandes grupos económicos, cuestionó a los llamados "zorrones" de su comuna por hacer fiestas desenfrenadas este viernes por la madrugada mientras a nivel nacional se vivía toque de queda, y siendo Vitacura una de las siete comunas en la Región Metropolitana que se encuentra en cuarentena total.

"Anoche, mucha fiesta particular, se juntaban del mismo edificio; lo que tengo constancia es que hubo unos cuantos reclamos en ese sentido", denunció Torrealba ante la Radio Universo. Sin embargo, agregó "yo tomo esto como una crisis que es mundial, no quiero caer en estupidez del rico y el pobre", negando absurdamente la existencia histórica de la lucha de clases.

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Es sabido que los controles de identidad, detenciones y demás medidas represivas siempre caen sobre los hombros de la clase trabajadora. Esta cuarentena territorialmente parcializada ha servido para resguardar físicamente al gran empresariado, usando a los militares como eje central de la respuesta del gobierno ante la crisis sanitaria que visibilizó el COVID-19. Los que aspiran a ser los dueños de Chile, con drogas y lujos de por medio, derrochan la producción de los trabajadores, y si se contagiaran podrían comprar buena salud, por lo cual, para un jubilado de alto riesgo que está obligado a vivir en la incertidumbre, debe ceder ante a los designios del mercado, con aumentos de precios en alimentación e insumos de salud que son en muchos casos inalcanzables, preguntándose: "¿tres panes o una mascarilla?". ¿Qué tan diferente es la vida de cientos de miles de jóvenes con sus mismas edades que están desempleados, o endeudados por la educación de mercado?

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La desigualdad es ley en el capitalismo. La democracia de los ricos solo se puede sostener con opresión. La salida de fondo debe enfrentar con urgencia a este miserable sistema económico. Mientras el llamado a las burocracias sindicales debiera inclinarse por quebrar toda tregua con este gobierno asesino, organizar un paro productivo real, acabar con los riesgos para lxs obrerxs y tercera edad; junto con reorganizar la producción para garantizar las necesidades sanitarias. Solo el pueblo trabajador organizado salvará al pueblo. Toda la política de este gobierno empresarial agudiza la patente cuestión de clases.