La ONG Pro-Eco, querellante en la causa contra la minera por contaminación, junto al fiscal Carlos Brito, apelaron el sobreseimiento del directivo de Minera Alumbrera, Julián Rooney, el cual fue dispuesto por el juez federal N° 2 de Tucumán, Fernando Poviña.
Esteban Stanich @estebanstanich
Miércoles 14 de septiembre de 2016
El magistrado no había encontrado elementos para imputar a Rooney pese a que en 2008, en esta misma causa, la Cámara Federal de Apelaciones de la provincia lo procesó por violación a la Ley Nacional de Residuos Peligrosos (Nº 24.051) en su calidad de vicepresidente de Minera Alumbrera.
La decisión adoptada en aquel momento por el tribunal consideró que, por el cargo jerárquico que ocupaba Rooney, -también gerente Comercial y de Asuntos Corporativos de la firma- era responsable del delito de contaminación ambiental peligrosa para la salud. Un año después, la Cámara de Casación Penal de la Nación anuló el procesamiento del directivo en una polémica resolución.
La sucesión de fallos favorables a Rooney continuó en julio de este año, cuando Poviña resolvió su sobreseimiento al mismo tiempo que dictó el procesamiento sin prisión preventiva Raúl Pedro Mentz, también directivo de la minera.
Ante esto, Pro-Eco presentó el 3 de agosto un recurso de apelación al entender que Rooney, como vicepresidente de la minera, debió haber sido considerado penalmente responsable por la contaminación de la cuenca Salí-Dulce con metales pesados (cobre) provenientes de la planta de secado ubicada en Ranchillos, Cruz Alta, a través del canal DP2.
“En sus argumentos para sobreseerlo, Poviña sostiene que Rooney, desde 2003, ya no tenía injerencia alguna en decisiones vinculadas al área ambiental de la empresa. Sin embargo, ¿por qué en 2008 la Justicia lo procesó por contaminación?”, sostuvo Alfredo Carbonel, referente de Pro-Eco.
La apelación ante la Cámara Federal no fue solo de la ONG: el fiscal federal Carlos Brito y la querellante Ana Loto también elevaron recursos en este sentido.
“El delito de contaminación ambiental está demostrado desde hace muchos años debido a que esta causa se inició en 1999 y ya lleva 17 años. Más allá de que Rooney estuvo en muchos puestos, siempre tuvo cargos de responsabilidad en forma previa a los delitos comprobados por la Justicia. De esta manera, no hay razón alguna para que Rooney no sea procesado”, explicó Susana Carrizo, abogada de la ONG querellante.