A cuatro días de que la Justicia chilena aprobara la tesis de la “bala loca”, impidiendo que el sector querellante apelara y mostrara las pruebas que tiene para derrumbar dicha tesis; familiares y participantes de la Coordinadora, han decidido seguir luchando con fuerza para anular el fallo dictaminado, dando a conocer el contenido de la serie de investigaciones que comprueban que a Jiménez lo asesinaron desde dentro de la empresa y de manera planificada.
Miércoles 21 de enero de 2015

Este lunes, familiares del dirigente sindical asesinado en la empresa Azeta, Juan Pablo Jiménez; junto a la abogada que ha llevado el caso, Margarita Peña, decidieron presentar un informe escrito al Ministerio del Interior, explicitando las variadas falencias de la investigación, y denunciando que el Ministerio ha tenido siempre una actitud tendiente a promover la teoría de la “bala perdida”, incluso desde antes que se iniciara la investigación.
Luego que el pasado 15 de enero se realizara una audiencia, definida como “irregular” según el sector demandante, y donde se condenó al menor de 16 años, acusado de haber disparado la bala, desde la población La Legua, que dio muerte al sindicalista. En dicha ocasión, no se le permitió a la parte querellante, dar a conocer las diversas pruebas que tienen, y que comprueban que a Jiménez lo asesinaron adentro de la empresa donde trabajaba, y que científicamente es imposible que la tesis de “bala loca” sea la realidad que sucedió y que acabó con la vida del dirigente sindical.
En el punto de prensa realizado, los representantes del caso Juan Pablo Jiménez, declararon que “el resultado de la investigación es un traje a la medida confeccionado por la Fiscalía Sur, con la colaboración de la PDI, con colaboración incluso de los tribunales de garantía para que calce con la ‘verdad oficial’ que se dijo el 23 de febrero “. De todos modos, ven positivo que se abriera una nueva línea investigativa, señalando que la Fiscalía quedaría “sin pie” cuando acrediten que el autor del disparo es otra persona (y no el menor de edad condenado) que se encontraba al interior de Azeta.