Tras 2 meses de un duro conflicto con la patronal molinera, los trabajadores de Molinos Minetti logran un importante triunfo. Los despedidos fueron reincorporados y se pagarán los días caídos.
Jueves 3 de diciembre de 2015 13:50
Los trabajadores de Molinos Minetti concretaron en la tarde de ayer un importante triunfo al lograr la reincorporación de los 31 despedidos. Mediante un acta firmada en la casa de Gobierno, a un día de que concluyera la conciliación obligatoria, la empresa, Molinos Minetti, desestimó los telegramas de despido mandados. En dicha reunión estuvieron presentes el Ministro de Trabajo Adrian Brito, el Director general de inspección en el Trabajo Javier Perona, el Secretario General de UOMA y el abogado de la empresa.
El conflicto entre los trabajadores molineros y la patronal llevó más de 6 meses y se endureció en los últimos dos con los despidos de 17 efectivos y 14 contratados que llevaban adelante el reclamo por 15 meses de deuda en los aportes previsionales, ART y obra social.
Maximiliano Gómez, referente de los trabajadores de Minetti expresó a LID: "lo importante de este triunfo es que la empresa se dispone a cumplir el Acta Acuerdo firmada el pasado 4 de septiembre en el Ministerio, donde se comprometió a efectivizar a trabajadores contratados encuadrados como eventuales".
Desde el endurecimiento del conflicto, del PTS/Frente de Izquierda, junto a otras corrientes como el PO y el MST, nos acercamos al conflicto, para colaborar a que saliera del aislamiento y se difundiera en el conjunto de la sociedad cordobesa. El primer intento de la patronal, con la complicidad del sindicato, fue tratar de cansarlos y quebrarlos con los descuentos de los días de paro. Algunos, llegaron a cobrar 0 pesos. El aporte de 10 mil pesos de la banca de Laura Vilches (PTS-FIT), fue el inicio del fondo de lucha, medida fundamental, para mostrar la posibilidad de ganar un largo conflicto.
La experiencia de los propios trabajadores recorriendo los bloques del oficialismo y la oposición patronal para pedir solidaridad, les mostró quiénes están verdaderamente comprometidos con su causa (el radicalismo aportó $100 y Encuentro Vecinal $500)
La negativa de la conducción sindical, a poner dinero en dicho fondo, demuestra que tan poco jugados estaban, a conseguir el triunfo. A esto lo veía no sólo la conducción de Molineros sino hasta la propia burocracia de la CGT cordobesa que, por medio del Legislador de Unión por Córdoba Pihen, hizo votar en la legislatura una declaración de apoyo al conflicto, así como hacerse presente en alguna acciones de los obreros, para tratar de evitar que el conflicto en su desarrollo avance en el cuestionamiento de la burocracia sindical de conjunto.
La conformación de la Comisión de Mujeres, con esposas de compañeros obreros, retoma la tradición de la lucha de Iveco y Volkswagen, donde nuestra organización, junto a mujeres luchadoras, incorpora a la familia a la pelea por los puestos de trabajo.
Las asambleas, con participación mayoritaria de los trabajadores, junto a asesores legales, fueron fundamentales. Por ejemplo aquella, donde la impaciencia obrera, a veces llevaba al conflicto a intentar acabar con la conciliación obligatoria, en momentos que el Ministerio pro patronal, era (y fue) el lugar de negociación. La patronal provocaba, para dejar en la ilegalidad a los obreros. Pero la trampa no fue efectiva, y sobre el final se llegó al peleado triunfo obrero.
Otro paso importante, fue el festival en la puerta de Minetti, organizando un lugar para luchar y confraternizar con trabajadores y estudiantes.
Más de 200 personas, trabajadores docentes, de salud, mecánicos de Volkswagen, junto a bandas solidarias y una importante participación de los huelguistas, mostraron una camaradería entre la izquierda y los trabajadores. Estos acompañamientos, junto a la dura disposición de los trabajadores, de no aflojar, hasta que vuelvan todos los despedidos, incluidos los eventuales (algunos con 7 años de antigüedad), son las fuerzas que permitieron este triunfo obrero, como hace tiempo no vemos en Córdoba.
La lucha de los trabajadores de Minetti y sus familias salió de la pelea corporativa y se sumó a la lucha de otros sectores populares, como la juventud perseguida de los barrios que se moviliza cada año en la Marcha de la Gorra. En su novena edición, estuvieron los obreros de Minetti junto a los de Efacec, para confraternizar con aquellos jóvenes perseguidos por la policía, que bien podrían ser sus hijos, sobrinos, hermanos.
De la misma manera, el pasado 25 de noviembre, la Comisión de Mujeres en lucha de Molinos Minetti, no sólo peleando contra la violencia laboral que significan familias en la calle, sino luchando por sus propios derechos como mujeres y gritando bien fuerte #NiUnaMenos.
Maximiliano agradeció "la solidaridad en estos duros meses, cuando algunos compañeros renunciaban a la lucha ya que necesitaban otro trabajo" y rescató que "fue una gran experiencia encontrarse con compañeros que les ha pasado lo mismo, ver tanta solidaridad". Asimismo recalcó que este triunfo que llevó a que la empresa revirtiera su posición, se debió a que "nos mantuvimos firmes en nuestra postura.
Molineros es un sector que no ha tenido conflictos grandes, en particular Molinos Minetti en Córdoba, donde el último conflicto fue en el 2006 y terminó con el despido de cuatro trabajadores. Eso hizo que durante años fuéramos sumisos a todos los atropellos de la empresa. Ahora sabían que peleábamos por lo que nos corresponde y no íbamos a retroceder, ya tenían un mes de pérdidas y seguía entrando trigo no podían arriesgarse".
En relación a los pasos futuros indicó "ahora vamos por mejoras laborales, sanitarios en buen estado, comedor en planta, vestimenta adecuada, recuperar los premios y las recategorizaciones.
Este 10 de diciembre renovaremos delegados, hasta el momento hay tres delegados de hecho que fueron elegidos democráticamente en asamblea porque no habíamos podido tener elecciones”.
Fue un importante conflicto en Córdoba, donde nuevas camadas de trabajadores le pierden el miedo a la patronal y la burocracia y la enfrentan. Es un gran paso para el conjunto de la clase obrera cordobesa, que muestra que la lucha es el camino, frente a un escenario que tanto a nivel provincial como nacional, se perfila hacia un ajuste que ya comenzó. La unidad entre los explotados y los sectores oprimidos, como las mujeres y la juventud, es una necesidad para enfrentar los planes de los gobiernos y sus patronales amigas. Los trabajadores de Molinos Minetti y sus familias en lucha, demuestran que sí se puede.