Nuevamente las mujeres, las más jóvenes y por sobre todo las más precarizadas, demostraron en pequeño lo que se puede lograr cuando nos organizamos.
Agustina Martínez @pankhurst.97 / Trabajadora Precarizada
Martes 17 de marzo de 2020 22:15
Este martes madres jóvenes precarizadas de un call center de Vicente López que trabajan tercerizadas para una multinacional como Visa se reunieron y fueron a exigirle a la patronal (como dijeron ellas ¡lo que nos corresponde!) la licencia que consta en el boletín oficial del gobierno nacional dónde se le otorga y justifica la falta a quienes se encuentran a cargo del cuidado de los niñes. Ante esta demostración de unidad y organización, la empresa les otorgó lo reclamado.
La gran mayoría de estas pibas son sostén de hogar, cobran muy por debajo del valor de la canasta básica, no pueden dejar a sus hijes solos durante estos 15 días de suspensión de clases en las escuelas y no pueden abordar el costo de dejarlos a cargo de un tercero.
Mientras ellos se llevan en pala millones de pesos, somos nosotres quienes trabajamos como telemarketers les que estamos expuestos y arriesgamos nuestra salud, dónde no se higienizan nuestros boxes y las vinchas de atención se comparten entre varios trabajadores de distintos turnos. Apenas hay alcohol etílico para “rozarnos” las manos.
No podemos seguir sometiéndonos a este tipo de pésimas condiciones. Amontonados en un call center, en la calle arriba de una bici o moto haciendo Rappi, en una cocina de un restaurant o atendiendo mesas de un bar, les jóvenes precarizados estamos vulnerables a cualquier tipo de contagio.
Necesitamos elementos de cuidado y prevención como alcohol en gel, jabones, guantes y barbijos y presencia médica. Les pibes debemos organizarnos y poner en pie en cada lugar de trabajo comisiones de seguridad e higiene.
Las pibas del call center de Vicente López y los jóvenes que hoy pararon los shopping son ejemplos a seguir. No dejemos que los empresarios pongan sus millones por delante de nuestras vidas.
