
Verónica Zaldívar @verodivar
Sábado 13 de diciembre de 2014
El PRO cierra el año presentando un importante paquete de leyes a ser aprobadas en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, además del Presupuesto 2015. Entre ellas un buen número tiene que ver con los planes de desarrollo para la Ciudad, en especial de la zona sur, en torno a los cuales se vienen pergeñando acuerdos con otras fuerzas políticas.
El sistema de alianzas no se mostró tan efectivo esta vez, y el macrismo se quedó con las ganas de avanzar en uno de los proyectos clave que viene impulsando: el de un shopping en Caballito, gran negocio donde la principal beneficiada sería la constructora IRSA y que fue detenido por la tenaz resistencia de los vecinos de la zona. Esa empresa es una de las más grandes desarrolladoras urbanas del país y realiza desde hace años negocios con el Gobierno nacional y distintas provincias, además de ser responsable de varios de los más grandes centros comerciales del país.
A contramano de lo que sucede en otras grandes ciudades del mundo, IRSA contó con el beneplácito de los distintos gobiernos para instalar sus shoppings en zonas céntricas y residenciales, perjudicando a los vecinos al utilizar infraestructura urbana que no estaba preparada para la implantación de semejantes emprendimientos comerciales, además de contribuir a congestionar zonas otrora tranquilas, entre otras consecuencias. Esta vez no pudo ser, pero igualmente IRSA sigue haciendo de las suyas, consiguiendo por ejemplo por vía judicial que se suspenda por el momento la urbanización del barrio Rodrigo Bueno, lindante con tierras donde la empresa proyecta construir desarrollos de lujo, en la zona de la Costanera Sur.
Pero otras leyes propuestas por el macrismo sí fueron aprobadas, y tendrán gran influencia en el desarrollo futuro del sur porteño y la vida de sus habitantes. Se votó la extensión en tiempo y cantidad de empresas de los beneficios (entre ellos impositivos) de las empresas que se instalen en el Distrito Tecnológico, en el barrio de Parque Patricios. Este barrio se prepara también para recibir al mismísimo Macri, quien decidió quedarse con el nuevo megaedificio diseñado por el prestigioso Norman Foster que se está construyendo allí y que originalmente iba a tener como destino la sede central del Banco Ciudad. Hubo cuestionamientos al tratarse este punto, ya que la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires presentó un informe crítico respecto del desarrollo del Distrito hasta el momento.
Beneficios similares fueron votados para las empresas de artículos y servicios deportivos que se instalen en el llamado Distrito del Deporte, quienes podrán computar el 25% de lo que gasten en obras sobre inmuebles para esos fines comerciales, como pago a cuenta de Ingresos Brutos. Esto forma parte del denominado Plan Maestro que se aprobó para la Comuna 8 de la Ciudad, que abarca Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo. Allí se construirá una Villa Olímpica de cara a los Juegos Olímpicos Juveniles de 2018; el planteo original del PRO era que esas instalaciones fueran utilizadas a los fines de vivienda social una vez finalizado el evento, pero finalmente eliminaron este punto del proyecto, que fue aprobado. El voto número 31 que necesitaba el macrismo para aprobar esto fue otorgado por el legislador de Proyecto Sur Javier Gentilini.
Mientras las empresas que se instalaron o lo harán próximamente en los mencionados distritos están siendo beneficiadas por exenciones de impuestos hasta por 20 años, los vecinos de la Ciudad no corren con la misma suerte. Como parte del presupuesto votado en la maratónica sesión del jueves 11, se definió un aumento del 30% en el ABL. Los argumentos del PRO para defender los privilegios otorgados a las empresas apuntan a que generarían nuevos empleos, pero se comprobó que en la mayoría de los casos se trata de empresas que ya se encontraban radicadas en la ciudad y sólo mudaron su sede, sin tomar más trabajadores, para obtener los beneficios.
Hubo un intento fallido de votar la creación de otro polo o distrito abocado a la rama de empresas metalmecánicas, pero el propio oficialismo retiró el proyecto, porque aparentemente se trataba de una iniciativa acordada entre un sector del PRO y el kirchnerismo, que otro sector del macrismo rechazó.
En materia de transporte público, se aprobó mover la estación Sáenz de la línea H a la Villa 1-11-14, mientras se rechazó el intento del macrismo de lograr un mayor grado de autonomía para decidir el próximo año los pasos a seguir en el marco de un Plan Quinquenal de Transporte que todavía estaría en elaboración.
En un año marcado por el violento desalojo por parte de Ciudad y Nación del asentamiento Papa Francisco en Lugano, se refrendó el convenio firmado entre el jefe de gabinete de la Nación Jorge Capitanich y su par porteño Horacio Rodríguez Larreta para urbanizar la Villa 20, lindante a dicho predio. Para esto se entregarían inmuebles a la Policía Federal a cambio de terrenos junto al barrio, que funcionaron como depósitos de automóviles y que están a nombre de dicha fuerza. Resta ver en qué condiciones se realizará esta urbanización, ya que como sucede frente a la reciente aprobación de la escrituración de las viviendas en las villas porteñas, se sospecha que este tipo de medidas tiene como trasfondo la realización de negocios inmobiliarios para las distintas fuerzas políticas que lo impulsan.
Cuando la sesión llevaba más de 10 horas, comenzó a debatirse la extensión del permiso de uso de un predio en Lugano, frente a donde se había instalado el barrio Papa Francisco, a la Asociación Golf Club José Jurado a un precio irrisorio hasta 2029. Previo a la sesión, el Frente para la Victoria había acordado con el PRO votar a favor si además se construía un jardín de infantes, y lo mismo había hecho UNEN con la condición de que se bajara el tiempo de concesión de 20 a 15 años. Cuando comenzaron a elevarse voces contra este evidente negociado en las propias narices de algunos de los habitantes más postergados y maltratados de la ciudad, el legislador macrista Roberto Quattromano comenzó a hostigar a Marcelo Ramal del Frente de Izquierda, al cual amenazó. Se pasó a un cuarto intermedio y finalmente se dio por terminada la sesión; el proyecto del Golf se trataría solo de realizarse una sesión extraordinaria la próxima semana.
Pese a que el PRO no pudo cerrar la totalidad de los negociados que hubiera querido favoreciendo a empresarios de distintas ramas (con el aval de diferentes fuerzas políticas, empezando por UNEN) este año legislativo vuelve a cerrarse con una clara impronta a favor del negocio privado. A pesar de los discursos, esto se hace en desmedro de los habitantes de la zona sur de la Ciudad, que seguirán viendo cómo sus propios barrios se vuelven cada vez más inaccesibles y caros mediante el desarrollo urbano proyectado con falsas promesas de inclusión.