Mauricio Kartun es dramaturgo, docente y director teatral. El pasado miércoles concedió una entrevista al equipo de Pateando el tablero Jujuy, para el segmento “Conversaciones”, que compartimos ahora.
Viernes 22 de mayo de 2020 17:04
©-magdalena-siedlecki para Asociación Civil Rumbo Sur
Es dramaturgo, docente y director teatral. Lo fuimos a ver cuando vino a Jujuy, enloquecimos con la función de “Terrenal. Pequeño misterio ácrata”. Soñamos con “Sacco y Vanzetti”. Es el autor de obras como “El partener”, “Chau Místerix”, “El niño argentino”, “La suerte de la fea” y muchas, pero muchas más. Tiene una historia apasionante para seguir, es amante de los gatos, de las plantas y hay que seguirlo en Facebook, donde recomienda series y películas para nuestro disfrute, donde también escribe y comparte por estos días. Hoy habla con nosotros Mauricio Kartun.
En esta situación tan particular de nuestro país y del mundo, mediados por una pandemia, pasando de una fase a otra de la cuarentena, escuchando a los grandes medios repetir y contabilizar muertos, la situación que se agrava en los barrios pobres, y sin saber si aflojan o no la cuarentena, no podemos esquivar la primera pregunta que seguro la estás viendo venir y es nada más y nada menos:
¿Qué hace Kartun en cuarentena?
MK: En este momento preparando un churrasco, si te acerco el teléfono vas a escuchar los crujiditos. La verdad yo no hago cosas extremadamente diferentes porque soy caserito, salvo cuando me agarran épocas de tener que dirigir, entonces voy más al estudio y demás. Pero la verdad es que mi trabajo es medio recoleto, yo laburo mucho metido en casa. Por supuesto la dificultad mayor siempre es la libertad de salir a caminar que para mí es una especie de ritual creativo imprescindible, las cosas me aparecen al ritmo del paso. Pero me las arreglo porque bueno, tenemos horarios y tenemos la posibilidad de hacerlo.
-En estos días, vimos múltiples expresiones de actores y actrices a través de las redes. Subieron obras filmadas, en vivo, pequeños videos, teatro leído, etc. Frente a esto dos preguntas: ¿Existe el formato “digital” del teatro? Y ¿Cómo crees que se puede repensar el teatro en esta situación?
MK: Mirá, en realidad no. No existe definitivamente. Si uno trabaja en el formato digital, si trabaja la imagen, el lenguaje rico para trabajar en pantalla es el lenguaje por corte que es lenguaje que te utiliza la televisión de ficción y el cine. El teatro justamente debe su atractivo también a cierto estado de precariedad en el que se pone al espectador y en el que se pone al actor; entonces se aceptan las dificultades. Vos cuando vas al teatro ves algo desde un punto de vista único y también tenés al actor en vivo allí, al que las cosas le pueden estar saliendo bien o les pueden estar saliendo mal y eso es parte del atractivo. Cuando uno lo media en un soporte pierde todo atractivo. Pasa cuando ves pruebas de un circo o pruebas de magia filmadas, vos decís: bueno, puede haber un truco. Esa mediación es una mediación que le quita el gran atractivo al teatro. Pero la verdad, “a falta de pan buenas son las tortas” y uno inventa cosas, buscan nuevos lenguajes, sabiendo por supuesto que se trata de algo temporario, que se trata de algo que es una prueba y que también estás reemplazando a otra cosa y que bueno, de la misma manera que no podes salir a caminar por una plaza y te la arreglás en la sala de tu casa dando vueltas en ocho alrededor de una silla… si tenés ganas de ver teatro te ponés delante de la pantallita y lo ves.
- o ganas de actuar
MK: claro, por supuesto.
-Cuando se habla del escritor, del actor como trabajador, hay muchas formas de pensar, de concebir y amar ese trabajo. Pero también en momentos así de difíciles y en provincias como Jujuy por ejemplo donde la realidad es que la gran mayoría no vive de hacer teatro o de escribir, sino que trabajan en oficinas, comercios, o en la calle para vivir y sostener la actividad teatral a pulmón con mucho esfuerzo. Con muy poca ayuda, maltrato y mucha burocracia por parte del Estado. ¿Vos cómo ves el trabajo del artista?
No es que vos decís: voy a estrenar esta obra y voy a estar dos años viviendo de esta obra. En ese plano todos hacemos otra cosa, pero por supuesto, los que están definitivamente perjudicados son aquellos que no tienen otra cosa, o aquellos que han apostado para dar clases a tener un estudio y necesitan mantenerlo, o aquellos que tienen una sala independiente y la tienen alquilada, pagan una exorbitancia de alquiler y no saben qué hacer en este momento porque no pueden devolverla, bueno, hay situaciones realmente complejas y me parece que en ese caso, una vez más aquí lo que se necesita y lo se requiere y lo que se agradece es la ayuda del Estado.
En relación a esto que decís ¿Cómo pensás la relación de los artistas con el poder?
Pero al poder no le interesa esa condición reveladora, al poder lo que le interesa del arte es su poder de difusión. Es decir, lo mira como un medio de difusión, lo mira como un medio de información.
El poder quiere siempre al arte en dos condiciones: o difundiendo a favor, o atacando a los enemigos. No encuentra el otro verdadero sentido, entonces sea cual fuese el signo del gobierno que te toque, lo extremadamente difícil es cómo sostener la verdadera entidad, la verdadera autenticidad del hecho artístico en la necesidad por ejemplo de tener que recibir subsidios, de tener que pedir ayudas sin tener que doblegarse a, justamente, esa condición que te reclaman.
-Respecto a doblegarse o no y a qué quiere del arte el poder ¿Sabías que en Jujuy la administradora del Teatro Mitre, teatro estatal, prohibió la función de un grupo porque hablaba del aborto? Pero la comunidad artística protestó y no dejó pasar la censura defendiendo su independencia y sin doblegarse.
MK: Es un veneno. No conocía la historia, pero es claramente lo que estábamos charlando, el poder necesita el arte para otra cosa, cuando el arte es revelador y rebelde; cuando el arte plantea la posibilidad de ver las cosas de una manera diferente; a todo aquel que quiere que se las vean de la manera misma, por supuesto les complica la vida. Entonces también acá aparece esto de decir: bueno, pero cuánto estoy dispuesto a resignar para recibir un subsidio que me permita mantener abierta mi sala. ¿Cuánto me callo frente a la realidad para que las autoridades de alguna manera me consideren dentro de esta corte de cartón que constituye el poder? Y ahí está la autenticidad del artista. El artista que decide sostener esa rebeldía esa rebelión y esa condición de revelación. El viejo enfrentamiento entre sometidos y apocalípticos y rebeldes.
-¿Qué es para vos la “pulsión del deseo”?
MK: Lo que sucede es que a veces hay confusiones muy grandes. La gente cree que el acto creativo es un acto volitivo - es decir - que hay una especie de voluntad que corresponde a los dos factores que se entienden como básicos que son azar y necesidad: por azar encuentro algunas cosas y por necesidad me siento y escribo. Pero eso no funciona, es decir, así yo no puedo, no escribo y no actúo, no pinto. ¿Por qué? Porque está faltando la tercera de las pulsiones, la verdaderamente profunda y la que consigue el trazo original, todo trazo original, toda diferencia, todo corrimiento de la ruta para crear una ruta nueva, una ruptura, viene desde el deseo, no desde la necesidad.
Entonces muchas veces sucede que la gente que a veces estudia arte, las carreras, la zona académica del arte a veces tiene mucho mal entendido. Lo digo yo que soy un reciente jubilado después de 25 años de dar clases en la universidad. Hay un malentendido que es: bueno “ponete y actuá” “ponete y escribí” “ponete y pintá” y nadie te termina de explicar que aquello que llaman inspiración, aquello que llaman estado alfa, estar conectado, estar fluyendo: viene de un estado de deseo. Y que fundamentalmente lo que hay que hacer es encontrar adentro de uno las energías del deseo para crear, cuando eso no aparece, no hay técnica que te sirva. Por más profesional que vos seas, por más técnica que vos tengas, todo: sin deseo, lo único que vas a hacer es ir por una ruta que ya transitaste. Para que haya ruptura -que es romper la ruta - necesitás de ese deseo.
-Siguiendo tu obra, vemos que siempre está presente lo político, lo ideológico; y si bien lo político está en todas partes, en tu obra aparece de una manera que conmueve, estremece al leerla o verla, que parte la cabeza porque te dice lo brutal de esta sociedad, o lo más hermoso de la búsqueda de igualdad, de un cambio, de otra sociedad; pero de una forma que produce en nosotros una ruptura de las cosas tal cual las vemos o pensamos o estamos convencidos; para que podamos verlas diferente, más sensible o más cruel, más poética o más brutalmente evidente. Pero uno cierra un libro tuyo o se va del teatro conmovido, emocionado y también con ganas de salir para ir por todo. Para terminar, queremos preguntarte ¿Lo político, lo ideológico tiene un lugar deliberado, pensado de antemano en tu obra o surge en el proceso creativo?
MK: Mirá, surge. Yo cocino lo que tengo en el freezer, lo que tengo en la heladera. Cuando yo me siento a escribir lo que aparece es lo que tengo en la cabeza, lo que más me inquieta, lo que más me preocupa. La verdad es que bueno, a veces pienso: ¿Por qué no me tocarán épocas más tranquilas? Para que pueda escribir por ejemplo sobre mi infancia, o pueda escribir sobre cosas que escribí hace 30 años y siento que todavía estoy en deuda con eso. Pero la verdad es que lo que urge tiene que ver muchísimo más con lo político, con lo social y con lo ideológico. Pero porque eso está ocupando mi cabeza en ese momento.
A veces dicen: “Kartun es un autor de teatro político” y es que los últimos 20 años mi cabeza no ha parado de inquietarse y de pensar nuevas cosas en relación a lo político. Pero no lo hago por el viejo concepto del autor comprometido, que debía hacerlo de esa manera porque eso es lo que correspondía a un militante. Lo hago porque la realidad me agobia y de alguna manera tengo que encontrarle respuestas, y escribiendo, uno encuentra respuestas.
Gracias Mauricio.
MK: Muchísimo gusto hemos estado muy sincronizados, en este momento el churrasco está lo suficientemente jugoso como para morfármelo. Así que ustedes han sido un hermoso aperitivo. Chau.