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Red Internacional
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PATEANDO EL TABLERO. El rezo de Kristalina y por qué enfrentar lo peor

Mientras el FMI “reza” por Argentina, los buitres le sigan sacando su tajada de carne al gobierno. Son 10.000 millones de dólares, el equivalente a seis presupuestos de Salud, mientras anuncian recortes en el bono IFE a los que no tienen ingresos. Lo peor empieza a llegar, ¿no hay que enfrentarlos?

Miércoles 1ro de julio de 2020 16:58

Editorial en Pateando El Tablero, la izquierda en radio, 101.7 Jujuy FM

  • “Rezo por lo mejor, me preparo para lo peor” fueron las palabras de la titular del FMI, Kristalina Georgieva, días atrás en una rueda de prensa cuando le consultaron sobre el destino de las negociaciones de Argentina con los acreedores de la deuda.
  • “Lo mejor” parece quedar cada vez más lejos, si lo miramos según el punto de vista del ministro de Economía, Martín Guzmán, desde que lanzó la primera oferta de reestructuración de la deuda por un total de 65 mil millones de dólares. Era un jueves 16 de abril, un tiempo que a esta altura parece remoto, como también quedaron las intenciones de aquella oferta inicial. Recordemos que por bonos que en ese momento valían en el mercado entre 25 y 30 centavos de dólar, Guzmán, ofrecía 40 ctvs. Con el pasar de las semanas, ahora la oferta superaría los 53 centavos, más un fuerte recorte en la quita de capital de los bonos, la cual queda prácticamente en cero, sumado a un adelantamiento de los pagos de deuda que comenzarían a fines de 2023 y un “premio” de mayores intereses a los bonistas que acepten entrar ahora mismo al canje.
  • Traducido: el gobierno pasó de anunciar un ahorro de 4.500 millones de dólares este año (una cifra que triplicaría el presupuesto de Salud), a ceder ante los acreedores, al menos unos 10.000 millones de dólares, a partir del retroceso del gobierno de su primera oferta. Aún así, los buitres continúan buscando sacar más tajada. BlackRock, quien además de ser dueño de parte de la deuda, participa como accionista en las principales empresas de país, se mantendría firme en su postura de ir por más. En una carta considera que el gobierno no ha propuesto “un compromiso importante”.

¿Aún así la deuda es sostenible como exige el FMI y repite el gobierno ante cada mordiscón que le dan los buitres para sacarle más y más pedazos de carne?

  • Según un informe del fondo monetario el umbral de lo sostenible, o sea, garantizar la capacidad de pago del país sería reconocer un valor de hasta 50 centavos de dólar por bono. Que la oferta oficial lo supere pareciera ahora que no generaría inconvenientes, el propio Fondo la avalaría. Sin embargo, estos cálculos fueron realizados con anterioridad a la pandemia y sin incorporar, no solo, los efectos devastadores que está causando el covid-19 en la economía mundial; sino también, el alto nivel de incertidumbre que ha llevado incluso al propio FMI a alentar la condonación de deudas para los países emergentes con mayores dificultades de pago. Extrañamente no mencionan a la Argentina, tampoco el gobierno nacional, se inclina por esta opción.
  • Por el contrario, el gobierno partiendo de reconocer un volumen de deuda odiosa, sin siquiera investigar su origen a partir de refinanciar deuda proveniente de la dictadura y del rescate de grandes grupos económicos como Ledesma o la familia Macri, lo máximo que ambiciona es patear para adelante unos años el pago de los intereses y sostener un negocio que sigue siendo muy rentable. Lo que tampoco aclaran es que con esta reestructuración el país no queda exento de volver a soportar el yugo que significa sostener los pagos de una deuda que viene siendo uno de los factores de la decadencia del capitalismo argentino como explica el economista, Esteban Mercatante, en su libro, “Salir del Fondo”.
  • En cuanto “lo peor”, esto ya empezó a sentirse con una economía que en abril acaba de caer un 26,4% respecto del año pasado, son 30 meses de bajas consecutivas de la actividad, y este año al menos se estaría contrayendo un 10%. Pero hay pronósticos incluso peores. Es cierto que todo empezó con el desabarranque del plan económico del gobierno macrista; pero también lo es, que el gobierno actual ha sostenido una política de priorizar el pago de la deuda (U$S 5.000 millones) y a los empresarios quienes recibieron cerca del 70% del gasto público por la pandemia.
  • Mientras tanto, hay 5 millones de trabajadores afectados por despidos, rebajas salariales y suspensiones. Y antes de expropiar a Vicentín o aprobar un impuesto a los millonarios, el gobierno anunció el recorte del número de beneficiarios del bono extraordinario de 10 mil pesos. Es el caso de Jujuy donde hay más de 186 mil trabajadores que reciben esta ayuda que está en peligro, mientras crece el desempleo y el 40% de los trabajadores demanda empleo, en un marco donde los contagios de coronavirus pegaron un salto y el gobierno viene actuando a contragolpe, sin brújula, improvisando ante un sistema público de salud vaciado por décadas.
  • Esta es la realidad que empieza a dar evidencias que no puede haber un país “sostenible” para las amplias mayorías trabajadoras si continuamos aceptando los mandatos del FMI, los buitres de la deuda y se sostienen los negocios de los banqueros, sojeros, mineras y tantos otros, grandes empresarios que nunca pierden. La contracara de sus ganancias, es la mayor pobreza, informalidad y precarización laboral de las mayorías.
  • Entonces, ¿hay que aceptar el mensaje de “resignarse con aguante” de los gobiernos? Quienes consideramos que no, te proponemos comenzar a preparar una salida de otra clase, es hora de dar pelea por organizar la fuerza de los trabajadores, uniendo a ocupados y desocupados, jóvenes y mujeres. Esta vez, la crisis la tienen que pagar los grandes empresarios y terratenientes. Son ellos o nosotros, esta es la cuestión de fondo.

Gastón Remy

Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.

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