La ley fue sancionada en diciembre de 2018 y estipula la “capacitación obligatoria" en la materia, para todas las personas que integran "los tres poderes del Estado"
Miércoles 6 de mayo de 2020 19:12
Tras 495 días de sancionada la ley en el congreso, la legislatura tucumana se compromete a tratar la adhesión a la ley, y es que pese a las exigencias del movimiento de mujeres, en todo este tiempo, se habían negado hacerlo. No es la primera vez la provincia le da la espalda a las leyes nacionales en materia de género.
Tucumán sigue sin adherir a la ley de Educación Sexual Integral, tampoco reglamentó la ley de salud sexual y procreación responsable, y sigue siendo conocida en todo el país como el jardín de la violencia contra las mujeres, porque encarcelaron a Belén por abortar y obligaron a una niña de 11 años a parir.
Y es que desde Manzur, pasando por Silvia Elías de Pérez, hasta la bussista Nadima Pecci, parecían no tener tantas diferencias cuando encabezaron las marchas de los antiderechos. Porque cuando de atacar a la mujeres se trata, ellos están del mismo lado. Todos los arcos de la política tradicional, ponen sus jugadores a negociar con la iglesia nuestros derechos.
Sin ir más lejos, Nadima Pecci, Ricardo Bussi, Raúl Albarracín y Walter Berarducci ya anticiparon su rechazo a la ley. Nadima como buena representante antiderechos dijo: “Ley Micaela prioriza el adoctrinamiento ideológico por sobre la real protección a las mujeres", planteó la parlamentaria.”
En la provincia de Marita, de Paulina, de Belén y Lucía, no se puede permitirles a los dinosaurios y enemigos del movimiento de mujeres, pertenecientes a la casta política y aliados con las cúpulas eclesiásticas que decidan y jueguen con las vidas de las mujeres.
Es fundamental que el movimiento de mujeres pelee por la aplicación real de esta y todas las leyes cajoneadas durante años en la provincia, en el camino de reafirmar nuestro compromiso y nuestra lucha para acabar con la opresión a las mujeres y con la explotación a las mayorías trabajadoras, hombres y mujeres, en las que se basa este régimen social. Se trata de continuar la pelea por una sociedad donde, por fin, seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.