Hace 16 años desaparecía de la faz de la tierra Marita Veron. Su madre Susana Trimarco buscó incansablemente a su hija y a pesar de no haberla encontrado, desnudó la trata de personas y a la red de corrupción estatal.
Martes 3 de abril de 2018 18:12
Marita tenía 23 años y una hijita a la que había llamado Sol Micaela. Joven y con el futuro por delante decidió colocarse el DIU (dispositivo intrauterino). Pasó a dejar a su hija en la casa de su madre y se despidió rumbo a la consulta médica. No volvió nunca más.
Inútil fue ir a la comisaría para la familia Verón, argumentos como el de no tener nafta, falta de papel para imprimir la denuncia o preguntas suspicaces como las relacionadas al estado anímico de la joven, desbordaron la paciencia de su madre, Susana Trimarco ante semejante acto de abandono y maltrato estatal.
“No voy a parar hasta llegar a la verdad y deseo desde lo más profundo de mi corazón saber dónde está mi hija”.
No parar y un deseo muy profundo fueron las herramientas de las que se valió Susana Trimarco para esperar 12 años que la causa avanzara y llegar a juicio oral.
Era el año 2012 y se absolvieron a todos los acusados. El fundamento del fallo fue que no eran creíbles los argumentos acusatorios, a la vez de contradictorios entre sí.
Los imputados quedaron claramente expuestos en la declaración de Trimarco .Todos ligados al poder político de Tucumán. Cuando desapareció Marita el gobernador era Julio Miranda, ex dirigente del Club Atlético de Tucumán, al momento del juicio en el 2012, gobernaba Alperovich, ambos del partido justicialista. La connivencia entre el poder político, judicial, policial con las bandas que reclutaban mujeres para la explotación sexual estaba completamente cristalizada.
Un vidrio que se rompió en mil pedazos
Ese fallo fue rechazado muy fuertemente por la opinión pública y miles de mujeres en el país salieron a las calles a repudiar la absolución de los acusados. La movilización fue inmediata, las calles se llenaron de indignación y odio ante tamaña red de impunidad.
Susana Trimarco incansable y contando con el apoyo de todo el país, inicia juicio contra los magistrados, Molina y Piedrabuena, que a punto de jubilarse presentaron la renuncia antes para desvincularse del caso.
La causa llega a la corte suprema de justicia de Tucumán en diciembre del 2013, donde se revoca el fallo absolutorio y se condenó a 10 de los 13 imputados. Este fallo también recibe severas críticas nuevamente y finalmente en el año 2014 se dicta la sentencia final con penas para los imputados entre 10 y 22 años. Sin embargo como la sentencia no era firme, vencidos los plazos legales, los condenados salieron en libertad.
Dos años después en el 2016, una banda llamada “Clan Ale” a los que Trimarco denuncia y vincula con la desaparición de su hija, enfrentan cargos provenientes de distintas actividades ilícitas incluidas la trata de personas. Entre los integrantes de la banda se encuentran los hermanos Rivero, hermanos de una ex esposa de la “Chancha” Ale. A pesar de haber estado acusados en el 2012, por el secuestro de Marita, la corte en ese momento había entendido que las pruebas no eran suficientes.
Fue en el 2017 que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán rechaza un recurso extraordinario que habían presentado los abogados de los acusados y se ordena que los 10 condenados por la desaparición de Marita Verón volvieran a la cárcel.
La justicia se tomó todo un año de debate para que el 18 de diciembre de 2017, los integrantes del Clan Ale fueran condenados a 10 años de prisión. En tanto, María Jesús Rivero, ex esposa de "La Chancha", otra de las consideradas cabecillas de la organización criminal, fue condenada a cumplir una pena de seis años de cárcel.
Por decisión del tribunal, los condenados cumplirán su condena bajo la modalidad de prisión domiciliaria, hasta tanto la sentencia quede firme. Otras 11 personas también recibieron penas de 3 a 7 años y hubo tres absueltos por el beneficio de la duda.
“Estoy conforme y es un paso importante, pero no hay que relajarse: a las víctimas hay que buscarlas, a Marita y a todas las personas que hoy están desaparecidas“ , concluyó en ese momento Susana Trimarco.
En el año 2015 se conformó la Asamblea Ni Una Menos en nuestro país. Hartas de que nos maten, desaparezcan, hartas de que nuestras vidas valgan menos que las ganancias que deja el aborto clandestino. Hartas pero no vencidas, salimos unidas a las calles para conquistar todos nuestros derechos. Para que Marita Veron aparezca, es urgente que se desmantelen las redes de trata de personas, todas vinculadas al poder de turno.