La gerencia de la fábrica ubicada en la Banda del Río Salí anunció a los trabajadores que en octubre se va de la provincia dejando a más de treinta familias en la calle.
Jueves 5 de abril de 2018
La empresa productora de harinas más importante del país anunció que en octubre, cuando vence el contrato de arriendo del molino, abandonará sus actividades en la provincia de Tucumán dejando a más de treinta trabajadores y sus familias en la calle.
La información fue confirmada por la seccional provincial de la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA), ante quienes la patronal expuso que abandonarían sus actividades una vez vencido el contrato de arriendo que Cañuelas sostiene con la familia Navarro, propietarios también de la fábrica de pastas Rivoli que se encuentra en el mismo predio.
En dicha reunión la gerencia manifestó que quienes quieran conservar sus empleos tendrán que mudarse a otra provincia, de lo contrario, se le da un plazo máximo de 6 meses a los trabajadores para buscar otro trabajo y arreglar la indemnización.
Desde 2012 Cañuelas arrienda el molino, que funciona con 30 empleados directos, pero bajo relación de dependencia de distintas empresas (Molino Cañuelas, Industrias del Trigo SA, y Bayton, una contratista). Además hay una veintena de camioneros que trabajan en forma indirecta con la planta.
La familia Navarro no solamente es la propietaria de las dos fábricas, también ambas empresas comparten un mismo directorio y funcionan en un mismo predio en una actividad verticalmente integrada.
Las maniobras societarias para tercerizar el trabajo no son nuevas. Por el molino han pasado otros empresarios como Emilio Luque y Cargill, dejando siempre en la calle a un tendal de desocupados sin ningún coste para los verdaderos dueños de la fábrica.
Carlos Melián, Secretario Adjunto de la UOMA de Tucumán, manifestó que: “Lo que está haciendo Cañuelas es una extorsión para imponer despidos masivos. Dicen que se van en octubre pero sabemos que esos plazos se pueden adelantar, por eso los trabajadores en asamblea rechazaron los retiros voluntarios y exigen la continuidad de la fuente laboral y, en caso de que se vaya Cañuelas, la responsabilidad solidaria del verdadero dueño de todo que es la familia Navarro. No confiamos en la buena voluntad de estas empresas que han sostenido durante años un mutuo acuerdo de tercerización encubierta y fraude laboral. Vamos a continuar con las asambleas para decidir las medidas que tengamos que tomar para que nadie quede en la calle y vamos a exigir la inmediata intervención de la Secretaría de Trabajo para que intime a ambas empresas a garantizar la continuidad de todos los trabajadores”.