Tucumán. Terratenientes del NOA amenazan con expulsar a las familias sin techo

A través de un comunicado titulado "Dueños de lo ajeno", la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), repudió lo que consideran una "intensificación" en la ocupación de tierras por parte de las familias sin techo.

"La violencia que se emplea es descomunal, si tienen que matar para conseguir sus objetivos, lo hacen sin remordimientos ni miedo de la justicia porque no se teme a lo que no se cumple", asegura el comunicado, sin poder demostrar ningún hecho de violencia por parte de esas familias.

Pero lo más grave es la amenaza abierta a recurrir a la violencia para expulsarlos: "Si esperamos a que la justicia actúe dormiremos el sueño de los inocentes. Lo que queremos decir es que del mismo modo que actúan los usurpadores lo haremos nosotros para cuidar lo que nos pertenece".

La escalada contra las familias sin techo parece encontrar eco entre las fuerzas políticas del oficialismo, que en Buenos Aires viene amenazando con el desalojo de las familias en Guernica y en nuestra provincia se preparan una política de criminalización con el pedido de un informe acerca de la situación al Ministerio Público Fiscal. Pero también encuentra eco en la oposición macrista que, a través del legislador José María Canelada, presentó un proyecto de ley para habilitar el "desalojo exprés" de estas familias.

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Apronor es una asociación que nuclea a empresarios y terratenientes de Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Catamarca, de abierta filiación política con el macrismo.
Gonzalo Blasco, su exdirector y candidato en las listas de Cambiemos, se hizo viral el año pasado a través de un audio en el que aseguraba que "Acá en Tucumán nos juntamos unos cuantos productores y acordamos pagar un bono de cinco mil pesos si Mauricio Macri pasa a segunda vuelta”.

Desde entonces Apronoa ha estado a la cabeza de las protestas de los ruralistas para exigir la rebaja en las retenciones, la suba en los precios del bioetanol, el levantamiento de las restricciones a la circulación interprovincial durante la pandemia y vienen insistiendo con la necesidad de una mayor devaluación.

Aunque quieran presentan la ocupación de tierras como una práctica de especuladores violentos, la realidad es completamente opuesta. Es notoriamente claro que las ocupaciones de terrenos son encabezadas por miles de familias que pelean por la subsistencia en el marco de una crisis económica que ha provocado en apenas diez meses, 3,5 millones de nuevos desocupados y que ha empujado a más del 40% de la población a la pobreza y la indigencia.

Lo cierto es que en Tucumán apenas 60 familias (menos del 1% de los terratenientes) concentran el 52% de las tierras. Semejante concentración del territorio es el resultado histórico de la expropiación de las amplias mayorías y la expulsión violenta de pueblos originarios, una práctica que continúa hasta el día de hoy.

Ante las graves amenazas de Apronor y de las fuerzas políticas afines a los grandes empresarios de la región, que vienen amenazando con desalojos violentos para estas familias, es necesario rodearlas de la más amplia solidaridad para enfrentar los ataques que preparan en nombre de la "propiedad privada" contra los desposeídos de todo.

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