Es una de las tantas firmas gastronómicas pertenecientes al millonario empresario Pablo Dabas, quien mantiene una asociación con Carlos Rodríguez.
Martes 21 de julio de 2020 14:41
Foto Mac Si | Enfoque Rojo
La empresa opera en el Aeropuerto Jorge Newbery, donde tienen alrededor de diez franquicias conocidas a nivel nacional e internacional. Como si esto fuera poco, el Estado les otorga hace años las concesión de locales gastronómicos en estaciones de trenes y aeropuertos de todo el país. Pasan los gobiernos y los arreglos con los empresarios quedan.
Todo esto a costa de la precarización laboral y la mano de obra barata. Son los responsables de que al día de hoy cientos de familias solo dependan de la ayuda del Estado (ATP), quien ya ha comunicado que dejará de ser otorgada en el mes de agosto. Por lo tanto, todas estas familias dejarán de tener ingresos una vez que esto finalice.
Testimonios
“Nosotros somos empleados del sector gastronómico y pertenecemos a la empresa Arribos S.A. Queremos denunciar públicamente a sus dueños, Pablo Dabas y Carlos Rodríguez, por las irregularidades y atropellos que recibimos departe de la misma. Actualmente nos encontramos sin trabajar y sobre el salario solo estamos percibiendo el ATP de parte del Estado”.
“El último aporte que tuvimos de la empresa fue en abril, que nos depositaron una suma por debajo del salario mínimo. Desde entonces no se hicieron cargo de la parte restante de nuestros sueldos (que al día de hoy adeudan), como así también aguinaldos y cargas sociales”.
“Desconocemos lo que va a suceder una vez que finalice la cuarentena con nuestros puestos de trabajo. Los gerentes con los que pudimos dialogar sostienen que la idea es mantener nuestros puestos. Pero no hay certezas de que esto ocurra, sin dejar de mencionar que el Aeropuerto permanecerá cerrado por reformas. Con fecha tentativa de apertura para el mes de diciembre. Por lo cual, estamos atravesando una incertidumbre total, en cuanto a que pasará luego de que el estado suspenda la asistencia que brinda (ATP)”.
“Nosotros trabajamos hasta el 19 de marzo, día en el cual los empleados de cada local procedieron a guardar todas las cosas, para su posterior cierre. Fuimos citados por los gerentes el día 27 de mayo con motivo de la firma de recibos de sueldo.
Cuando llegamos allí, nos dimos con la sorpresa de que nos querían hacer firmar recibos con montos de dinero que no se asemejaban a la realidad. Por eso mismo, cabe destacar que entre ellos se encontraba el recibo de junio, mes que ni siquiera había empezado a transcurrir. Ni del cual habíamos recibido ningún tipo de compensación monetaria. Por lo tanto, eso nos indignó y pareció una total falta de respeto hacia nosotros”.
“Al día viernes 17 de julio fueron citados un pequeño porcentaje de empleados de la empresa. Al enterarnos de esto, algunos de los compañeros organizados, decidimos encontrarnos en el Aeropuerto para pedir explicaciones acerca de todas estas irregularidades”.
“Los gerentes nos plantearon que se le estaba entregando una diferencia de dinero a quienes el ATP no cubrió el 50 % del sueldo. Y los que no fueron citados no iban a recibir tal compensación de parte de la empresa. Debido a que el 50 % estaba cubierto por el ATP, es decir la mitad de un salario mínimo”.
“¡Que abran los libros contables!”
“Nos parece imprescindible resaltar que desde antes que se dictara la cuarentena nos adeudan parte del salario, vacaciones, aguinaldo y cargas sociales. Los gerentes nos respondieron ’que la empresa no tiene ingresos y no tienen como costear esos gastos, que mientras la empresa no facture no iba a poner plata de su bolsillo’. La respuesta fue la misma cuando consultamos que pasará cuando el estado deje de pagar el ATP, teniendo en cuenta que se anunció que la última cuota se pagará en agosto y Aeroparque permanecerá cerrado hasta el mes de diciembre”.
Por lo tanto, los empleados se quedaran sin ningún tipo de ingreso, y con la incertidumbre de cuando retomarán sus puestos de trabajo en caso de que así sea, ya que tampoco nos dieron garantías de eso.
“Poco creíble que estos empresarios millonarios no tengan dinero para pagar los salarios, nosotros sabemos muy bien la cantidad de dinero que recaudan en cada jornada laboral, los números no cierran. ¿Por que no abren los libros contables y demuestran que están crisis entonces?”
“Nos organizamos contra la resignación”
“Tenemos un grupo de Whatsapp, en el cual nos estamos organizando para hacer el reclamo. Sobre todas las irregularidades, condiciones de empleo en las que trabajamos y los derechos que nos corresponden por ley”.
“Algunos de nosotros nos sumamos a la Red de trabajadorxs precarizadxs para obtener ayuda, difundir y poder visibilizar la situación por la cual estamos atravesando, no solo desde la cuarentena, si no desde antes de ella”.
“El día 20 de julio nos presentamos en la puerta del sindicato Uthgra (Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos). Fuimos recibidos por la abogada del sindicato la cual le presentamos nuestro reclamo y todas las irregularidades que tenemos desde el inicio de esta cuarentena. Nos dio por respuesta que teníamos ’que hacer una intimación a la empresa’, dándonos la posibilidad de realizarnos un telegrama individualmente para enviarles con un plazo de 48 horas. Cabe destacar que dicho telegrama no tiene ninguna firma ni respaldo del sindicato gastronómico, dejándonos totalmente sin su apoyo”.
“Unidos somos más fuertes”
Creemos que es fundamental permanecer unidos. Y poder organizarnos para hacerle frente a estos empresarios que viven a costa nuestra. Pensamos seguir luchando, hasta tener garantía de que nuestros puestos de trabajo no corren ningún tipo de riesgo, y que nos van a otorgar los que nos fue arrebatado. Es por eso, que estamos pensando seguir buscando trabajadores que trabajen para el mismo empleador y se pueda unir a nuestra lucha. Y que les quede claro, que ¡nuestras vidas valen más que sus ganancias!
Si sos trabajador/a gastronomico y estas pasando por lo mismo, contacte con La Red de trabajadorxs precarizadxs!