Juan Monserrat es reelecto por cuatro años más. La FUCSIA duplicó sus votos y conquistó dos delegados departamentales.
Martes 8 de septiembre de 2015
El día viernes 4 de septiembre se realizaron elecciones en el principal gremio docente de la provincia, que nuclea algo más de 40 mil trabajadores. En la elección se presentaron tres listas a nivel provincial y en el principal departamento. Las listas que compitieron fueron la Celeste, que es la burocracia sindical kirchnerista y actual conducción; la lista Pluricolor, una alianza hegemonizada por una agrupación burocrática (lista Naranja) junto a Izquierda Socialista, MST, y agrupaciones independientes como La Saleme; y la lista Fucsia, única lista claramente combativa, antiburocrática y de izquierda en esta elección. Esta lista está conformada por PTS, PO y docentes independientes, y claramente referenciada en el Frente de Izquierda. En los demás departamentos se presentaron estas mismas listas o algunas de ellas, y listas locales.
En la provincia se impuso la Celeste con algo menos de un 65%, la Pluricolor sacó un 24% y la lista Fucsia alrededor de un 7%. Así la Celeste habría conseguido la conducción en la totalidad de los departamentos y una amplia mayoría de los delegados a la Asamblea de delegados departamentales. Con estos resultados Juan Monserrat y Zulema Miretti conducirán UEPC, en tanto en el departamento Capital conducirán Mario Sosa y Alina Monzón.
La lista Pluricolor habría conseguido un miembro del Órgano de Fiscalización, ocupando ese puesto Beatriz Mirada (titular) y Sergio Cornatosky (suplente). Éste último es uno de los ex-integrantes de la burocracia oficial que son criticados desde la oposición antiburocrática. De conjunto, obtendría algo más de 20 delegados departamentales.
Gran avance de la FUSCIA
Esta lista, en el departamento Capital, logró una gran votación y conquistó dos delegados departamentales, un enorme avance para los sectores combativos de la docencia cordobesa. También hizo una buena elección en San Javier, Colón, Río Segundo y Punilla, aunque sin conquistar delegados.
En Capital la Celeste obtuvo 2519 votos, la Pluricolor 2134 votos y la Fucsia 671 votos. Esta última agrupación es la única que creció sustancialmente, casi duplicando los votos obtenidos en la elección del 2011. En el conjunto de la provincia la lista Fucsia creció en un 76% y en departamento Capital un 85%.
Resulta más que evidente que un porcentaje importante de docentes rechazó a ambos sectores burocráticos: la Celeste y la Naranja que hegemonizaba la Pluricolor.
¿Qué unidad era y es necesaria?
Tanto antes como una vez conocidos los resultados, desde los sectores combativos que integraron la Pluricolor se atacó a la Fuscia por permitir la posibilidad de que la Celeste mantuviera la conducción en Capital.
En La Izquierda Diario se ha venido reflejando este debate de manera constante. Pero la elección misma constató que para amplios sectores de las docentes ambas listas no tenían diferencias sustanciales. Incluso las corrientes que estuvieron en las calles a inicios de año enfrentando a la Celeste –como Encuentro Docente y La Saleme- fueron críticos de la Naranja durante los años previos.
Sin embargo, de un momento para otro y sin mayores explicaciones, las acusaciones contra Cornatoksy y otros dirigentes por boicotear todas las luchas y reclamos docentes, cambiaron a una alianza con esos sectores, que era defendida con uñas y dientes.
Se trataba, para muchos docentes, de proponer solo un cambio de color en la burocracia. Fue por eso que la Pluricolor, a pesar de sumar a La Saleme y Encuentro Docente en relación a las elecciones del 2011 y de presentarse como la lista “unitaria”, no pudo crecer de manera sustancial y ganar la conducción en Capital.
Hay suman que restan es una frase muy común. Se puede decir que este es el caso. Es imposible unir a la oposición si se incluye en ella a los burócratas que se le caen a la Celeste. Los docentes combativos no tienen por qué ir con una ambulancia rescatando burócratas caídos.
Avanzar en una corriente combativa y antiburocrática
En estas elecciones la fuerza que más creció fue la izquierda. Pero además logró conquistar una representación en la Asamblea de delegados departamentales, un órgano profundamente antidemocrático que esta corriente ha venido cuestionando desde siempre, proponiendo su reemplazo por una Asamblea general de delegados escolares de toda la provincia.
Este avance fue posible por haber mantenido una línea de completa coherencia desde principios de año. Hay que recordar que en febrero de este año miles de docentes se movilizaron contra el acuerdo salarial firmado por Monserrat y la represión posterior.
En ese entonces, cuando el conjunto de las corrientes políticas de oposición buscaban un acuerdo con la Lista Naranja para conformar un frente electoral, solo la agrupación Docentes D-Base-PTS junto a activistas y delegados independientes, pelearon una posición política clara de unir a los sectores combativos que se habían expresado en las calles, en detrimento de acuerdos con sectores burocráticos como la Naranja.
Desde Docentes D-Base se peleó de manera constante para construir una unidad verdaderamente combativa. Pero el conjunto de las agrupaciones, incluida Tribuna Docente (PO), se dedicaron a mantener durante meses negociaciones con la Naranja para conformar la Pluricolor, dejando de lado a los activistas y delegados que habían surgido en la lucha. Esta agrupación sería virtualmente “expulsada” de esa negociación y recién entonces aceptaría conformar una lista común con Docentes D-Base-PTS y docentes independientes combativos.
Queda en evidencia que, entre los docentes cordobeses, se hace necesario seguir fortaleciendo una corriente política verdaderamente clasista e independiente de todas las variantes patronales y burocráticas.
