Defensor del cura Mijalchyk, partícipe del genocidio, organiza un “escrache” a una activista.
Viernes 10 de marzo de 2017 13:55
En las redes sociales se despliega una campaña de ataque y desprestigio a la importante movilización de unas 15 mil mujeres en la provincia. Tras las declaraciones del arzobispo Alfredo Zecca contra una perfomance artística frente a la Catedral, se envalentonaron las amenazas contra activistas.
Un grupo en Facebook se encarga de difundir imágenes y datos personales, como parte del “llamado a desagravio” que instó Zecca, además de la procesión “pro vida” que el arzobispado quiere realizar el 25 de marzo. En cada comentario brotan amenazas cargadas de odio. El administrador del grupo, que ahora es privado, es Gamaliel Barrionuevo.
Una rápida búsqueda en Internet arroja dos resultados ilustrativos. En ambos defiende a un cura implicado en el secuestro, tortura y desaparición de personas: el capellán tucumano José “Pepe” Mijalchyk, imputado en la megacausa Arsenales-Jefatura y autodenominado “asesor espiritual” de Bussi.
Un recuadro del diario de La Gaceta sobre el “cacerolazo” del 8N (de 2012) cita a Barrionuevo señalando que Mijalchyk era un “preso político”. Barrio nuevo se encontraba con un grupo de jóvenes de la parroquia del capellán con un cartel que rezaba “Padre Pepe, nuestro patrono te acompaña”.
Días después, el 12 de noviembre de 2012, cuando comenzaba el juicio por la megacausa Arsenales-Jefatura, Barrionuevo tuvo una nueva aparición. Esta vez fue como comentarista de la nota “Tucumán: calentando la caldera de la guerra venidera” de Luz García Hamilton, reconocida defensora de genocidas en los juicios y negacionista del genocidio. La nota está publicada en un foro de apoyo a Christian Von Wernich, el capellán de la Policía bonaerense condenado en 2007 a reclusión perpetua por 34 casos de secuestro, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados.
“Un sector importante llevaba una gran bandera que decía Padre Pepe, tu patrón no te abandona y llevaban rosarios y estampitas con todo respeto. Eran por supuesto seguidores del Padre Pepe o Monseñor Mijalchyk que ataviado con sotana negra y fajar color Obispo, se sentó junto al resto de los imputados”, relata García Hamilton. “Hermosa nota, nos da fuerzas para seguir acompañando a los seres que amamos. Amar no es sólo un sentimiento, es una decisión”, comentó Barrionuevo.
Desde un primer momento, Mijalchyk tuvo el respaldo político y económico del Arzobispado tucumano, murió en la impunidad a los 75 años. Su abogado fue Facundo Maggio, actualmente se desempeña como abogado del Arzobispado y al mismo tiempo abogado de genocidas en la megacausa del Operativo Independencia.
Viendo el rompecabezas, es lógico que quien haya acudido al llamado de la nueva cruzada de Zecca sea un defensor de genocidas.