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Red Internacional
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Elecciones 2019. Con amplia diferencia, el peronismo se impuso en Tucumán

A poco mas de un mes de las elecciones provinciales el peronismo tucumano volvió a festejar el contundente triunfo electoral de una campaña signada por una profunda polarización política y social.

Lunes 12 de agosto de 2019

Con una participación del 77% del padrón de votantes, la fórmula encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner obtuvo un 59,54% de los votos en nuestra provincia. Más de 560 mil votos. Ocho puntos más que en la elección provincial, en la que la fórmula encabezada por el actual gobernador obtuvo el 51,8% de los votos.

En la categoría a diputados, el Frente de Todos obtuvo seis puntos menos que el candidato a presidente, el 53,3%, y Leito se impuso de manera aplastante contra su virtual contendiente, José Vitar, a quien se le prohibió competir en la interna y terminó por presentar boleta corta por Unidad Ciudadana.

La fórmula encabezada por Macri y Pichetto obtuvo apenas un 24,9% de los votos, cuatro puntos más que la fórmula de Cambiemos encabezada por Silvia Elias de Pérez en las elecciones provinciales. En la categoría a diputados nacionales, Domingo Amaya se impuso con el 84% de los votos contra Manuel Corurel.

La polarización entre ambas coaliciones, cuya diferencia en votos fue más de 35 puntos, tendió a profundizarse desde las elecciones provinciales. El bussismo, que hace poco más de un mes obtuvo el 13,8% de los votos, se derrumbó al 6%, adosado a la lista del frente NOS encabezada por José Gómez Centurión (que obtuvo un 3,3% de los votos).

El espacio impulsado por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey cosechó un 6,86% por la suma de los dos precandidatos que competían en su interna. El legislador Silvio Bellomio se impuso levemente con 33.089 votos sobre su par Ariel García, que obtuvo 29.287.

En tanto el Frente de Izquierda - Unidad, encabezado por Nicolás del Caño logró defender el voto y superar el piso proscriptivo de las PASO con más de 15 mil votos (1,6 puntos), quedando en campaña hacia las elecciones de octubre. En la categoría a diputados nacionales, la fórmula encabezada por Ariel Osatinsky y Alejandra Arreguez cosechó algunos votos más, alcanzando el 2,1%, casi 20 mil sufragios.

Más abajo quedaba la fórmula encabezada por el liberal José Luis Espert, que alcanzó el 1,55% (14.369).

Polarización política y polarización social

Aunque el peronismo cosecha un nuevo y apabullante triunfo electoral, el resultado no difiere en gran medida respecto de las PASO 2015. En aquella ocasión la fórmula encabezada por Scioli sumó 54,6% de los votos, frente al 19% de la coalición Cambiemos.

No hubo desgaste para el gobierno provincial, que logró sortear estos cuatro años de gobierno macrista aportando los votos necesarios para las leyes de ajuste que impulsó el gobierno nacional a cambio de cierto aumento en la coparticipación federal de impuestos que, aunque no garantizó obras importantes, le permitieron mantener el presupuesto provincial sin necesidad de hacer grandes ajustes.

Aunque los tarifazos al transporte público generaron bronca mayoritaria, la campaña electoral se desarrolló en la arena de esta polarización nacional, en la que lo que primó fue un voto castigo contra el macrismo. El propio gobernador Manzur, jugó un rol activo como operador político de Alberto y Cristina Fernández en el NOA.

Pero este triunfo electoral del peronismo, que contó con el apoyo del empresariado local, quizás disimula la polarización social que se viene profundizando.

A escala local, un anticipo de ello es el pedido de un dólar a 100 pesos por parte del titular de la Unión Industrial de Tucumán, Jorge Rocchia Ferro, importante empresario azucarero ligado al peronismo; la extorsión de las patronales del transporte, que además de imponer tarifazos se niegan a pagar la paritaria a los trabajadores; o las declaraciones del supermercadista Emilio Luque, quien se manifestó arrepentido de haber apoyado al gobierno nacional al mismo tiempo que encabeza un vaciamiento de su cadena de supermercados, lo que ha dado lugar a importantes movilizaciones de sus trabajadores contra los despidos.

Mientras tanto la corrida cambiaria post-electoral adelantó la fuerte devaluación que el propio Alberto Fernández prometía para después de octubre y sus voceros económicos salieron a ratificar por enésima vez su voluntad de seguir pagando la deuda en el marco de una renegociación del acuerdo firmado con el FMI.

El FIT-U se consolida como cuarta fuerza nacional

Alejandra Arreguez, candidata a diputada por el Frente de Izquierda Unidad, sostuvo que "Nuestra campaña estuvo centrada en transmitir un mensaje claro contra los candidatos del FMI, somos la única fuerza que plantea una alternativa para que la crisis la paguen quienes la generaron, los bancos y grandes empresarios. El peronismo y cambiemos se niegan a decir cómo van a conciliar los intereses del capital financiero y las grandes empresas que reclaman un mayor ajuste con los intereses del pueblo trabajador. De cara a octubre desde el Frente de Izquierda Unidad vamos a redoblar esfuerzos no sólo para consolidar y ampliar el espacio, sino también para sembrar nuestras ideas en millones de jóvenes y trabajadores que mas temprano que tarde harán una acelerada experiencia con el próximo gobierno".