Previo a su participación en la legislatura, la Ministra de Salud Rossana Chahla dio una entrevista a La Gaceta y volvió a dar la nota. Puso el acento en la responsabilidad individual y volvió a desconocer la voz de las y los trabajadores de la salud. También anunció que el barbijo será de uso obligatorio
Jueves 16 de abril de 2020 14:58
“Lo que más tiene que preocupar ahora es hacer las cosas bien en casa”
Como quien tira la pelota afuera, la ministra Rossana Chahla arrancó la entrevista señalando que hay que ponerle ganas y que esta es una oportunidad para que los ciudadanos nos hagamos responsables de nuestra salud. Un discurso armado para convencer a la gente que la principal responsabilidad en este contexto es la del individuo y no del gobierno del que forma parte. Casi una confesión, cuanto menos preocupante, para la principal responsable del área de la salud de la provincia.
Citó como “respaldo” a muchísimas reuniones internacionales (sic) que hablaron de las causas por las cuales nos enfermamos, entre las cuales sólo el 11% corresponderían a la intervención del sistema de salud, mientras que el 43% dependería de “nosotros mismos”. Sin embargo, no dijo que esas definiciones no se corresponden a situaciones excepcionales como el desarrollo de una pandemia mundial en curso, que en esta provincia se combina con el pico más alto de dengue de los últimos 10 años.
Cuando se le indagó si era verdad que por cada caso de dengue detectado (700 al día de hoy) había otros 30 en circulación, volvió a desviar. Desconoció las denuncias sobre la nula o deficiente atención que reciben las personas que consultan con síntomas, y volvió a su línea argumental central: depende de las medidas que se hayan tomado en la casa de las personas que están infectadas. Es la misma línea que sostuvo días atrás el diputado Pablo Yedlin deslindándose de toda responsabilidad, aunque en esa oportunidad el factor central no era la gente sino…el macrismo.
Una campaña mediática para anular la voz de les trabajadores de la salud
Los reclamos no son de las personas involucradas en el proceso del COVID. Se sigue todo un protocolo para el uso adecuado de todos los instrumentos de bioseguridad para que no falten. Y no faltan. Ya lo mostramos en La Gaceta.
No quedan dudas que la ministra tiene cara de piedra cuando sostiene que el personal del Hospital Centro de Salud, que es la primera línea de atención del COVID 19, y que viene protagonizando los reclamos, no está involucrada en "el proceso". Ya se había descargado anteriormente con todo su odio de clase manifestando Yo le pido a esa gente que no quiere trabajar, que tiene miedo a atender, que si no se suman dejen trabajar a los demás, a los que quieren trabajar. Como dice el director, hay perlitas negras dentro del hospital. Es repudiable, y así lo hicieron saber les integrantes de Salud desde las Bases que rechazaron sus amenazas.
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La respuesta de las y los trabajadores esenciales que están en la primera línea es claro: Estamos orgullosos de nuestro trabajo, elegimos cuidar la salud de la población, no ser un riesgo para ellos y para nuestras familias; por eso reclamamos los insumos necesarios para desarrollar de manera segura nuestra labor. No es miedo lo que sentimos, sino inseguridad e incertidumbre, porque lo que están demostrando las autoridades es que nos consideran carne de cañón, sin planificación, no sólo en los hospitales sino también en los CAPS y CIC.
Chahla niega lo que el propio Ministerio de Salud de la Nación reconoce: que en nuestro país faltan 54 millones de camisolines y 2,2 millones de barbijos. Administrativos, personal de limpieza, de cocina, camilleros, enfermeros, auxiliares, kinesiólogos, psicólogos médicos, bioquímicos, farmacéuticos, etc. han sido no solo desoídos en sus reclamos, sino acallados por los medios oficialistas de comunicación, que atentos a las necesidades de la clase política provincial, intentan transmitir la idea de que en Tucumán las cosas están bajo control.
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Entonces ¿cuál es el plan?
La ministra informó los datos del Plan de Contigencia Covid-19 del Sistema Provincial de Salud (Siprosa). Anunció 39 “consultorios de febriles” en los cuales cualquier persona con síntomas compatibles podría solicitar el testeo. Dijo que actualmente el Centro de Salud envía unas 8 muestras diarias pero que con el nuevo dispositivo en el Hospital Kirchner podrían hacer de 120 a 150. Y sin sonrojarse aseguró que no hay mucha gente que pida (¡!). O sea que para la ministra todo está bajo control y otra vez, el problema es la gente. Increíble
También indicó que actualmente habría unas 120 camas de terapia intensiva (7 por cada 100 mil habitantes) y que están en condiciones de llevarla a 340. Aunque asegure que esto es mas que suficiente para enfrentar “el peor escenario”, no deja de ser preocupante si comparamos la capacidad de atención con los pronósticos del propio gobernador de la provincia, Juan Manzur, quien hace unos días estimó unos 350.000 contagios de los cuales entre 10 y 15 mil personas podrían requerir internación.
Desde el PTS en el Frente de Izquierda se plantea un plan de emergencia para la autodefensa de los trabajadores que vienen peleándola en los dos frentes, la crisis sanitaria y la crisis económica, y que incluye entre otros puntos el aumento inmediato del presupuesto en salud en base al no pago de la deuda externa, la centralización de todo el sistema público y privado de salud, un impuesto a las grandes fortunas del país y un salario de cuarentena de 30.000 pesos para todos los trabajadores en negro, desocupados y autónomos, entre otras medidas.
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