Trabajadores del reparto de las apps, docentes reemplazantes, de call center, municipales, gastronómicos, de comercio, se movilizaron con la Red Nacional de Jóvenes Precarizados e Informales por Avenida Pellegrini en Rosario, denunciando la situación de despedidos y suspensiones con rebajas salariales.
Esta mañana realizaron una presentación en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe y luego, a las 9 horas, organizaron una caravana desde Mitre y Pellegrini, respetando las normas de distanciamiento social y utilizando barbijos y otras medidas de higiene y prevención. Una marcha inédita en Rosario desde que comenzó la cuarentena, con participación de trabajadores, mayoritariamente jóvenes, de call centers, repartidores, gastronómicos, pero también de la administración pública.
La Red es un colectivo de trabajadores en situación de extrema precariedad, que viene organizándose en diferentes lugares de trabajo y denunciando los despidos, las suspensiones y las rebajas de sueldo. Son miles los y las jóvenes que trabajan con malas condiciones laborales en restaurantes, casas de comidas rápidas, reparto a través de apps, fábricas, agencias de limpieza o incluso como docentes reemplazantes en las escuelas, entre varias actividades. El común denominador de todos es la precarización laboral.
En el escrito que presentaron exigen que se haga cumplir la prohibición de despidos establecida en el DNU 329/20, y que se asegure el cobro íntegro de los haberes habituales sin rebajas salariales, además de garantizar las medidas de seguridad e higiene en el trabajo.
La movida de la Red Nacional de Jóvenes Precarios e Informales se replicará en distintas ciudades del país. Piden ser escuchados en momentos donde la pandemia y el aislamiento agravó sus situaciones laborales. Con la protección de barbijos o tapabocas y respetando el distanciamiento social, salieron a las calles para visibilizar la realidad que atraviesan, pero también para reclamar por un subsidio de 30 mil pesos para todos los que quedaron sin ingresos y por condiciones de seguridad e higiene para todos los que tienen que trabajar.
Cuyen Perretta, trabajadora municipal, una de las convocantes, expresó: “Esta es la primera acción de la Red porque vemos que nos están recortando los bajos sueldos y no alcanzan para sobrevivir como pasa en los call center y están despidiendo pese al DNU como pasa en gastronómicos y en comercio. Somos un sector muy grande de la clase trabajadora que ningún gobierno contempla, algunos no están representados por sus sindicatos o directamente no tienen, por eso es difícil conseguir mejoras en nuestras condiciones de vida. Por esto nos estamos organizando en la Red Nacional de Jóvenes Precarios e Informales. Nuestro colectivo exige la prohibición de despidos y que se garantice el cobro total de nuestro sueldo sin rebajas".
Entretanto, Ariana, despedida de EDACOM, nos manifestó: “Estoy acompañando a los chicos porque empecé a trabajar en marzo en la empresa y me despidieron por el tema de la pandemia sabiendo que el presidente decretó que no se podía despedir a nadie, mientras yo había firmado un contrato por tres meses a prueba. Tengo familia, además tengo cáncer de piel y tengo que hacer un tratamiento y no tengo respuestas de nada, no vi un solo centavo hasta el día de hoy. Quiero reclamar por eso y por mi puesto de trabajo”. Otra trabajadora de EDACOM comentaba: “Estamos acá todos unidos, respetando las normas de seguridad e higiene y usando barbijos. Apoyándonos, yo para recuperar el salario y el trabajo, pero también por las obras sociales de las docentes reemplazantes. Estamos unidos, queremos que nos escuchen y ver si podemos recibir respuestas.”
Tamara Cañizalez, docente reemplazante, agregó: “Solicitamos los docentes reemplazantes que se nos otorgue un salario de emergencia porque no tenemos ningún ingreso, sumado a la necesidad de la continuidad de la obra social. También, que se otorgue el IFE a todos los trabajadores que se quedaron sin ingresos por la pandemia, sin límite por grupo familiar. Además, reclamamos que el subsidio de emergencia sea de 30.000 pesos porque 10.000 no alcanza".
Otro trabajador de la Red, Fausto Bonansea nos cuenta que había conseguido empleo en el call center Otecé y se encontraba en el período de prueba cuando comenzó el aislamiento social. A pesar del decreto presidencial que prohíbe los despidos, el último día de abril la empresa lo echó. El colmo fue que él mismo tuvo que ir a buscar el telegrama que oficializaba su despido. Hoy pelea por la reincorporación y se esperanza en conseguirla ya que hay antecedentes en Santa Fe y la provincia de Buenos Aires de fallos donde la Justicia ordenó reintegrar a trabajadores cesanteados en períodos de prueba.
Nos comentó también que mientras buscaba trabajo en la página web Computrabajo, se llevó otra sorpresa: la empresa que lo había despedido seguía buscando incorporar personal con la condición de que cuenten con monotributo, dando un paso más hacia la precarización,ya que no serán empleados en relación de dependencia sino que tendrán que facturar como independientes.
Se organizan porque hay bronca y cansancio frente a los atropellos de los empresarios, porque no se llega a fin de mes y muchos de ellos aún esperan el pago del bono de 10.000 pesos, mientras el impuesto a los que más tienen no llega, con el que se podrían cubrir salarios durante la cuarentena para todos quienes están precarizados, en negro, viven de changas o se encuentran despedidos.
Organizados desde abajo, debatiendo en común y decidiendo juntos, porque no quieren ningún despido o suspensión, denuncian a las empresas, critican la inacción de los gobiernos frente al accionar de los que despiden, y exigen que los sindicatos que deberían representarlos, dejen de darle la espalda y los defiendan. Pero mientras tanto no se quedan de brazos cruzados: salen a la calle y se organizan en cada lugar de trabajo.